El primer laboratorio científico de la historia

Conexión inesperada



En enero de 2020 y en relación a la entonces naciente pandemia de coronavirus, el Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) escribió en la página oficial de la misma:

“Como saben, acabo de regresar de China. Ayer tuvimos oportunidad de reunirnos con el Presidente Xi Jinping, el Ministro de Salud Ma Xiaowei y el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi. Antes de mi visita, mantuve un contacto prácticamente diario con el Ministro Ma para tratar sobre la respuesta al brote y sobre la ayuda que puede prestar la OMS, porque necesitamos centrarnos en el epicentro del brote para contribuir a evitar que se propague al resto del mundo.”

“Durante mi visita mantuvimos una serie de conversaciones basadas en la honestidad y el entendimiento mutuos. Tratamos sobre la colaboración continua para aplicar medidas de contención en Wuhan, medidas de salud pública en otras ciudades y provincias, la realización de nuevos estudios sobre la gravedad y la transmisibilidad del virus y el intercambio de datos y material biológico. Me sentí muy impresionado y esperanzado por el conocimiento detallado que tiene el Presidente sobre el brote y por su implicación personal en la respuesta, con los que demostró un liderazgo fuera de lo común. Según me transmitió, las medidas que han tomado benefician no solo a China, sino también al resto del mundo.”

A la luz de los acontecimientos, habríamos de concluir que, a pesar de lo mucho que se impresionó el Director de la OMS, el coronavirus no se habría enterado de las medidas tomadas en su contra por el gobierno chino -o bien que no las habría tomado muy a pecho- y se expandió rápidamente por el mundo. Aunque, en descargo de la OMS y el gobierno chino, habría que acotar que para esto contó con la cooperación de muchos países, incluyendo el nuestro, que no se tomaron la pandemia demasiado en serio.

Por otro lado, los expertos descartan que el coronavirus tenga un origen artificial y en su lugar, sostienen que se originó en una especie silvestre, posiblemente murciélagos, y de ahí se transfirió a los humanos a través de una especie intermediaria. Los detalles de cómo ocurrió esto, sin embargo, son todavía un misterio.

La epidemia actual, por lo demás, no es un caso único -aunque sí el más grave- de patógenos recientemente trasmitidos a los humanos desde una especie animal y ejemplos de esto son los coronavirus que ocasionan el SARS y el MERS, detectados por vez primera en 2003 y 2012, de manera respectiva. En este contexto, la manera cómo se ha gestionado la actual pandemia resulta poco esperanzadora.

Y lo es todavía menos a la luz de un artículo aparecido esta semana en la revista “Science for the Total Environment” que introduce una conexión inesperada entre la pandemia de coronavirus y el cambio climático. Dicho artículo fue publicado por un grupo de investigadores encabezado por Robert Beyer de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

En su artículo, Beyer y colaboradores reportan los resultados de un estudio llevado a cabo para determinar las modificaciones que han ocurrido por efecto del cambio climático en la vegetación de una región que incluye la provincia de Yunnan en el sur de China y las áreas colindantes de Myanmar y Laos. Esto, desde las primeras décadas del siglo pasado hasta la actualidad. Encontraron que la flora del área estudiada ha cambiado de arbustos a bosques y lo que ha provocado un crecimiento en la población de murciélagos, que estiman se ha incrementado en 40 especies. Y dado que cada especie porta un promedio de 2.7 coronavirus diferentes, se desprende que en los últimos cien años ha habido un incremento en el área de alrededor de 100 coronavirus que son transmitidos por murciélagos.

Todo esto, según Beyer y colaboradores, incrementa la probabilidad de que los patógenos portados por los murciélagos salten a los humanos, posiblemente a través de un mamífero intermediario como el pangolín o la civeta, que son parte de la fauna de la región, sugiriendo una conexión entre el cambio climático y la pandemia de coronavirus actualmente en curso.

Esta conclusión debe ser, por supuesto, corroborada -o desechada en su caso- por estudios posteriores, pero ciertamente resulta poco alentadora dado el lento avance en las medidas para mitigar el calentamiento global. Y también por el manejo que muchos países le han dado al coronavirus, que sin duda se ha sentido a sus anchas a lo largo del último año.

Comentarios

  1. Buen artículo. Buena reflexión. Es un llamado de atención a la conducta global insostenible que está modificando el ambiente. Vivimos un momento poco del antropoceno

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Rafa. Independientemente de que los dos fenómenos estén o no conectados, es claro que ninguno de los dos ha sido bien manejado.

      Borrar
  2. Exactamente, es com ahora en estos momentos con este clima extremo y lo que provoca, todo es consecuencia del cambio climático. Como hacer que la humanidad se de cuenta de esto?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tomar decisiones para frenar el cambio climático ha sido complicado por las consecuencias políticas y económicas que tienen. Esto ha hecho que los gobiernos no hayan sido lo suficientemente enérgicos para frenar el cambio climático que se ha agravado paulatinamente. Por otro lado, cada vez se entiende mejor la ciencia del clima y con su ayuda esperemos que se puedan diseñar soluciones innovadoras para frenar las emisiones de gases de invernadero y secuestrar el carbono emitido a la atmósfera, y con esto mitigar el problema.

      Borrar
No se le olvide presionar "PUBLICAR" para que su comentario se grabe!!!

Publicar un comentario