El primer laboratorio científico de la historia

Pendiente positiva



El 1 de agosto de 1859, Vicente Chico Sein, a la sazón gobernador del estado, dio vida al Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí –antecedente inmediato de la UASLP–y le confirió la misión de impartir la educación preparatoria y profesional en el estado. El Instituto cumplió su función, sobreviviendoincluso a las desventuras por las que cruzó nuestro país en el siguiente medio siglo. Al inicio de la década de los años veinte del siglo pasado, sin embargo, estaba bajo el ojo crítico de aquellos que consideraban que sus egresados tenían una baja calidad profesional y que mejor harían en cerrarlo.

En un discurso pronunciado durante la ceremonia de graduación de estudiantes del Instituto Científico y Literario en febrero de 1921, el gobernador Rafael Nieto, refriéndose a los muchos enemigos de dicho Instituto, expresó: “Muchos de esos enemigos argumentan que la enseñanza superior es un lujo en la mezquindad de nuestro medio económico; que si no estamos en condiciones de atender siquiera medianamente la enseñanza elemental y primaria del Estado, es un absurdo gastar buena parte de nuestro presupuesto en la formación de una aristocracia intelectual; que el raquitismo de nuestros recursos económicos sólo permite al Instituto una vida precaria y mezquina, y por lo tanto, sólo pueden salir de allí profesionales mediocres que van a engrosar las filas del proletariado intelectual”.

Hoy en día, cuando es evidente el papel crítico que la educación superior tiene en el desarrollo de un país, es sorprendente que hubiera quien se atreviera a blandir este tipo de argumentos, por más que, obviamente, tenían un trasfondo político. En respuesta, Rafael Nieto arguyó: “Es cierto que es una anomalía reprobable que tengamos un establecimiento profesional más o menos bien atendido y que descuidemos en cambio la educación elemental y primaria. El remedio no está, sin embargo, es suprimir lo bueno sino en corregir lo malo”.

Como solución, Nieto resolvió hacer del Instituto una institución autónoma con respecto del gobierno estatal y alejarlo así “de los vaivenes de la política”. Nació de este modo –el 10 de enero de 1923– la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la primera con este carácter en México.

Al igual que el instituto que le dio origen, la nueva universidad tenía la misión de formar profesionales en diversas disciplinas y era así una institución dedicada a la trasmisión del conocimiento, más que a la generación del mismo. Esta situación prevaleció hasta la década de los años cincuenta cuando, entre otras iniciativas de investigación, fueron fundados el Instituto de Investigación de Zonas Desérticas (1954) y el Instituto de Física (1955).

En la década de los cincuenta, sin embargo, los recursos con los que contaba la Universidad no eran suficientes para que en la misma floreciera la investigación. A nivel federal, si bien existía la posibilidad de conseguir fondos para investigación, estos eran exiguos e intermitentes. Así las cosas, en su infancia, la investigación científica en la UASLP pasó por épocas difíciles.

La situación comenzó a mejorar al despuntar los años setentas cuandoel gobierno federal reconoció que la ciencia y la tecnología son dos elementos indispensables para el desarrollo del país y cambió sustancialmente su política al respecto. Así, en 1970 fue creado el CONACyT, con la misión de impulsarel desarrollo científico y tecnológico del país, y en 1984 el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que complementó el salario de los investigadores y posibilitó el surgimiento de la ciencia profesional en México. A estas acciones se aunaron programas implantados por la Secretaría de Educación Pública que establecieron incentivos para profesionalizar la educación y la investigación en nuestras universidades.

El cambio en la políticas de apoyo a la ciencia y la educación en México fueron aprovechadas de manera espléndidapor la UASLP, que se ha convertido en una de las mejores instituciones de educación superior del país, tanto por sus programas educativos como por su capacidad de investigación.

Y lo que es más importante, el avance de la Universidad no se ha detenido ysigue viento en popa; de manera acelerada, además. Así, a lo largo de los últimos cuatro años, bajo el rectorado del maestro en arquitectura Manuel Fermín Villar Rubio, la Universidad incrementó en más de un cincuenta por ciento elnúmero de sus profesores que son miembros del SNI, creó dos nuevos institutos de investigación y expandió su cobertura estatal con dos nuevos campus: Tamazunchale y Salinas de Hidalgo.

El cambio de la Universidad, por otro lado, no se ha limitado a lo cuantitativo. Así, el rector Villar Rubio implantó igualmente cambios cualitativos al crear el Centro Universitario de la Artes, que acercó las actividades artísticas a los estudiantes de las diversas carreras ofrecidas por la UASLP. Y en este orden creó también la Licenciatura en arte contemporáneo, que empezará a operar el próximo ciclo lectivo, y que representa una oferta educativa cualitativamente diferente a lo ofrecido hasta ahora por la Universidad.

De este modo, a casi un siglo de que el Instituto Científico y Literario estuviera sujeto a críticas sin sustento, el futuro inmediato de la UASLP luce brillante. Muy lejos del panorama sombrío que sus detractores se empeñaban en mostrar.

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