El primer laboratorio científico de la historia

Eventos climáticos extremos



Esperemos que los eventos climáticos extremos del verano pasado hayan convencido a los escépticos de que el calentamiento global es algo real -de otro modo, muy probablemente no haya esperanza de que algún día lleguen a convencerse-. Como sabemos, en los meses pasados el planeta sufrió numerosos eventos climáticos extremos de tal magnitud, que los expertos consideran son una manifestación inequívoca del calentamiento global. Estos eventos incluyeron: una ola de calor con temperaturas récord que ocasionó la muerte de más de 500 personas en la Columbia Británica y en el noroeste de los Estados Unidos, lluvias torrenciales en Europa Occidental y en China que produjeron más de doscientos muertos en Bélgica y Alemania y más de trescientos muertos en la provincia china de Henan, y enormes incendios forestales en el oeste de los Estados Unidos y en Canadá, en donde el pueblo de Lytton en la Columbia Británica fue destruido en un 90 por ciento por el fuego.

Los eventos climáticos del pasado verano incluyeron también enormes incendios en Yakutia, una región del norte de Siberia, que habrían destruido seis millones de hectáreas de bosques. Los incendios de Yakutia alcanzaron una magnitud tal que el humo habría llegado hasta el polo norte, a unos tres mil kilómetros de distancia. Más recientemente, el pasado mes de septiembre, la ciudad de Nueva York se inundó por efecto del huracán Ida.

Sabemos que el calentamiento global está siendo ocasionado por el incremento sostenido de la concentración de gases de invernadero en la atmósfera desde el inicio de la revolución industrial a finales del siglo XVIII. El gas de invernadero más relevante es el dióxido de carbono, producto de la quema de combustibles fósiles. Este gas, sin embargo, no es el único al que podemos culpar del calentamiento global y en este sentido el metano ocupa el segundo lugar. En efecto, tenemos que si bien la concentración de metano en la atmósfera es unas doscientas veces más pequeña que la del dióxido de carbono, como gas de invernadero el metano es unas 80 veces más potente. Así, los expertos estiman que un 30 por ciento del incremento en la temperatura global desde la revolución industrial es debido al incremento de metano en la atmósfera. Además de lo anterior, en comparación con el dióxido de carbono, se estima que la concentración de metano en la atmósfera está creciendo a un ritmo más acelerado y que desde el inicio de la revolución industrial se ha elevado unas 2.5 veces.

Aproximadamente la mitad de las emisiones de metano a la atmósfera se originan en actividades humanas, fundamentalmente actividades relacionadas con la agricultura y la producción de alimentos, el manejo de basura, y la extracción de combustibles fósiles. En estas condiciones, ante el crecimiento de la población mundial y de su nivel de vida, consideran algunos especialistas que en el futuro será problemático detener el crecimiento en las emisiones de metano a la atmósfera.

Dada esta situación, para mitigar el efecto de invernadero del metano se requeriría extraerlo de la atmósfera con el fin de reducir su concentración en la misma. Un artículo aparecido está semana en la revista “Philosophical Transactions A” discute los beneficios que tendría dicha extracción para el clima del planeta. El artículo fue publicado por un grupo de investigadores de los Estados Unidos y el Reino Unido, encabezados por Sam Abernethy de la Universidad de Stanford.

De acuerdo con el estudio de Abernethy y colaboradores, reducir en un 40 por ciento el metano en la atmósfera reduciría el calentamiento del planeta en 0.5 grados centígrados en el año 2050. Para apreciar esto último, habría que recordar que hoy en día la temperatura del planeta es alrededor de 1.2 grados centígrados más alta que al inicio de la revolución industrial, valor que alcanzaría alrededor de 2.5 grados en un escenario con altas emisiones de metano en el año 2050.

Así, de estar Abernethy y colaboradores en lo correcto, si bien extraer metano de la atmósfera no resolvería por si mismo el problema del cambio climático, sí contribuiría de manera apreciable a superarlo. Esto, por supuesto, en el caso en que existieran métodos eficientes para llevar a cabo dicha extracción, lo cual por el momento no pareciera ser cierto. De este modo, al menos por los próximos años, tendremos posiblemente que acostumbrarnos a los eventos climáticos extremos.

Comentarios

  1. Muy interesante, saber que existe ese otro tipo de gases, y como señalan entre las fuentes la producción de alimentos, y hasta curioso que el metano emitido por el ganado participe significativamente,

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