El primer laboratorio científico de la historia

Salir de guatemala para entrar a guatepeor



Si por alguna razón o razones no se controla la emisión de gases de invernadero a la atmósfera y se incrementan, en número e intensidad, los eventos climáticos extremos, tales como sequías, huracanes, y olas de calor y de frío, al punto de hacer al planeta cada vez más inhabitable, tendríamos que buscar opciones para mudarnos a otro planeta. ¿Qué opciones tendríamos?

Nuestra primera elección quizá fuera la Luna, que está, digamos, a tiro de piedra. La Luna, sin embargo, es un lugar inhóspito, seco y sin atmósfera, que haría imposible el establecimiento de colonos en números apreciables. Así, tendríamos que pensar en algunos otros lugares más lejanos y en este sentido, podríamos considerar a Venus y a Marte, que son los planetas más cercanos a la Tierra. Descartamos, no obstante, a Venus que cuenta con una densa atmósfera de gases de invernadero que provocan que la temperatura en su superficie supere los 400 grados centígrados. En cuanto a Marte, si bien sus condiciones ambientales son menos inhóspitas, cuenta con una atmósfera tenue de dióxido de carbono que no nos permitiría respirar. Mas allá de Marte, los planetas y sus satélites son muy fríos. Es, por ejemplo, el caso de Titán, el mayor satélite de Saturno, cuya temperatura superficial es de menos 180 grados centígrados.

De este modo, tendríamos que buscar opciones de mudanza a algún planeta fuera de nuestro sistema solar. Por el momento no tenemos conocimiento de alguno que reúna las condiciones de habitabilidad que se requieren, pero los expertos se encuentran en su búsqueda. Para esto, cuentan con la ayuda del telescopio espacial James Webb, recientemente puesto en operación.

Un planeta que está en la mira del James Webb es el TRAPPIST-1e, que orbita a la estrella TRAPPIST-1 localizada a 40 años luz de la Tierra -un año luz es la distancia que recorre la luz en un año-. TRAPPIST-1 es una estrella relativamente fría que cuenta con siete planetas rocosos orbitando a su alrededor. TRAPPIST-1e es el cuarto planeta más cercano a la estrella y se encuentra dentro de la zona en la cual puede existir agua líquida, por lo que es un candidato para albergar vida. Dada esta expectativa, dicho planeta será objeto de un estudio por parte del telescopio James Webb de la NASA con la esperanza de determinar sus condiciones reales para sostener vida.

En tanto la NASA lleva a cabo sus estudios para caracterizar las condiciones ambientales de TRAPPIST-1e, un grupo internacional de expertos encabezados por Assaf Hochman de la Universidad Hebrea de Jerusalén se dio a la tarea de determinar la variabilidad climática que podría prevalecer en dicho planeta, que es clave para sostener la vida. Si bien por el momento no se tiene un conocimiento detallado de las condiciones ambientales imperantes en TRAPPIST-1e -conocimiento que se espera sea ampliado por las observaciones del telescopio de la NASA-, Hochman y colaboradores decidieron adelantarse y predecir la posible variabilidad climática de dicho planeta.

Los resultados de su investigación están reportados en un artículo aparecido esta semana en la revista The Astrophysical Journal. En su estudio, los investigadores se interesaron en determinar la variabilidad climática de TRAPPIST-1e ante cambios en la concentración de gases de invernadero en la atmósfera y encuentran que, en comparación con la Tierra, el clima de TRAPPIST-1e es más vulnerable a dichos cambios.

Si bien Hochman y colaboradores se han adelantado a las observaciones del telescopio James Webb, consideran que su estudio establece una plataforma para determinar las condiciones de habitabilidad de un planeta y su estabilidad climática ante cambios en la concentración de gases de invernadero en la atmósfera. Así, de confirmarse sus resultados, tendríamos que eliminar a TRAPPIST-1e de la lista de planetas candidatos para una mudanza en caso de que se agravaran las condiciones climáticas de nuestro planeta.

Por lo demás, más nos vale que cuidemos el clima de nuestro planeta sin buscarle tres pies al gato, y limitemos la emisión de gases de invernadero. Pues, aparte de lo lejano que se encuentran los posibles planetas sustitutos, podría resultar que una vez ahí, encontremos un lugar con una mayor variabilidad climática. Con lo que habríamos salido de guatemala para entrar a guatepeor.

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