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Aunque no es la primera vez que las computadoras norteamericanas se han visto rebasadas por máquinas extranjeras –en diferentes ocasiones en el pasado el título de computadora más rápida del mundo ha recaído en máquinas japonesas–, desde el año 2004 las computadoras más rápidas han sido todas norteamericanas. Además, en esta ocasión los Estados Unidos fueron superados por China, un país que es la segunda potencia económica mundial, que está en pleno ascenso y pisándoles los talones. Esto último es, por supuesto, muy serio, tratándose de un área tecnología de tanta importancia estratégica como la es la de la computación. De acuerdo con Wu-chun Feng, profesor de computación del Instituto Tecnológico de Virginia, citado por The New York Times: “ Lo que asusta es que el dominio de los Estados Unidos en el área del cómputo de alto rendimiento está en riesgo” y que “Se puede argüir que esto golpea el fundamento de nuestro futuro económico”.
Tianhe-1A fue diseñada y construida por los científicos e ingenieros chinos a un costo de 80 millones de dólares, empleando partes fabricadas por dos empresas norteamericanas: 14,000 procesadores de Intel y 7,000 de la compañía NVIDIA. La supercomputadora china es entonces norteamericana en cuanto a sus componentes básicos, pero definitivamente china en cuanto a la tecnología desarrollada para integrar dichas componentes en una máquina que ha resultado ser la más rápida jamás construida. Además, de acuerdo a un artículo aparecido en el número del pasado 5 de noviembre en la revista Science, los chinos están probando en la computadora Tianhe-1A su propia versión de los procesadores de Intel.
Por lo demás, ya anteriormente los Estados Unidos se han visto superados por una potencia rival en un área tecnológica de gran importancia estratégica. En efecto, el 4 de octubre de 1957, con el lanzamiento del primer satélite artificial por la entonces Unión Soviética, los Estados Unidos se vieron ampliamente rebasados en tecnología espacial en plena Guerra Fría. La supremacía soviética fue confirmada el 12 de abril de 1961 cuando fue puesto en órbita Yuri Gararin, el primer hombre en el espacio. En esa ocasión, los Estados Unidos apenas pudieron responder con un vuelo tripulado suborbital 23 días después. Como sabemos, no obstante, el Presidente Kennedy hizo en el verano de 1962 un compromiso público para llevar a un norteamericano a la superficie de la Luna antes de terminar la dècada, lo que fue finalmente logrado en julio de 1969.
Lo cierto es que China está invirtiendo fuertemente en investigación y desarrollo, Así, entre 1996 y 2008, incrementó por un factor de 2.6 el porcentaje del PIB invertido en este rubro, mientras que en el año de 2009 tuvo un impresionante crecimiento de este porcentaje entre 30 % y 40 %. Hay que hacer notar, además, que la economía china está creciendo alrededor del 10 %, de modo que los recursos invertidos en investigación y desarrollo crecen a un ritmo todavía mayor. Al mismo tiempo, el número de investigadores en China creció cerca del 80 % entre 1995 y 2004.
Sin embargo, de acuerdo con Jack Dongarra, especialista en cómputo de la Universidad de Tenesí, citado por Science, es probable que Tianhe-1A pierda pronto su título de computadora más rápida del mundo, en virtud de que hay 5 supercomputadoras en desarrollo en los Estados Unidos y Japón que podrían alcanzar velocidades de 10 petaflops.
Ya sea que se cumpla o no la predicción anterior, la gran tasa de crecimiento científico y tecnológico que está experimentando China, al igual que otros países asiáticos, les representará a los países desarrollados de occidente una competencia tecnológica cada vez mas intensa en un gran numero de áreas.
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