El primer laboratorio científico de la historia

Un edificio emblemático



Hubo un tiempo en que las instalaciones físicas de la Universidad Autónoma de SanLuis Potosí, la más antigua en el Estado, se reducían en buena medida al Edificio Central. Hoy en día, si bien dichas instalaciones han crecido substancialmente y se extienden por toda la ciudad capital e incluso fuera de ella, el Edificio Central sigue siendo el símbolo de la Universidad. Es, además, un símbolo muy pertinente, acorde con la trascendencia que la Universidadha tenido y tiene en nuestro medio.

En efecto, el Edificio Central es uno de los inmuebles más antiguosde la ciudad de San Luis Potosí y en su origen fue precisamente un centro educativo. Fue construido en el Siglo XVII como sede del Colegio de la Compañía de Jesús. En la actualidad, aunque su aspecto original cambió sustancialmente después de la remodelación que experimentó en 1874 –que modificó sufachaday piso superior–, en su interior aún podemos apreciarla construcción original de la planta baja, incluyendo su arcada alrededor del patio central.

Después de la expulsión de los jesuitas en 1767, el Edificio Central tuvo una suerte azarosa que lo convirtió en cuartel en más de una ocasión. Retornó, no obstante, a su vocación original –aunque no necesariamente siempre con un mismo enfoque–, como sede sucesiva de:el Colegio Guadalupano Josefino en 1826, el Seminario Conciliar en 1855, el Instituto Científico y Literario en 1861 y, finalmente,la Universidad de San Luis Potosíel 10 de enero de 1923.Esta última conversión tiene relevancia nacional, pues significó el nacimiento de la primera universidad autónoma en México

El antecedente directo de la UASLP fue el Instituto Científico y Literario. En 1923, el Gobernador Rafael Nieto tuvo la iniciativa de reunir a este instituto con la Escuela Normal y el Hospital Civil para formar una sola institución autónoma que estuviera alejada de los vaivenes de la política estatal, con patrimonio y gobierno propios. Las consecuencias de esta iniciativa y las condiciones del entorno que la propiciaron están descritas en los libros: “Los primeros pasos de la autonomía universitaria en San Luis Potosí 1922-1924”,cuya autora es María Gabriela Torres Montero, y “El Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí”,escrito porMaría Gabriela Torres Montero, Enrique Delgado López y Alejandro Gutiérrez Hernández. Ambos libros fueron publicados por la Editorial Universitaria Potosina.

El entusiasmo quela educación superior despertaba en algunos sectores en nuestro país en la década de los años veinte no esciertamentealgo de lo que podamos sentirnos orgullosos los mexicanos. En San Luis Potosí en particular, en un discurso pronunciado en febrero de 1921, en el que hacía saber de sus planes de crear una universidad autónoma, el Gobernador Nieto afirmaba: “El Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí, se ha conquistado en los últimos tiempos un gran número de enemigos. Muchos de estos enemigos argumentan que la enseñanza superior y profesional es un lujo en la mezquindad de nuestro medio económico y social; que si no estamos en condiciones de atender ni siquiera medianamente la enseñanza elemental y primaria del Estado, es un absurdo gastar una buena porción de nuestro presupuesto en la formación de una aristocracia intelectual.” Añadía que los pobres recursos dedicados a la educación superior sólo pueden resultar en “profesionales mediocres que van a engrosar las filas del proletariado intelectual”.

El Gobernador Nieto argumentaba como respuesta: “Es cierto que es una anomalía reprobable que tengamos un establecimiento profesional más o menos atendido, y que descuidemos en cambio, la enseñanza elemental y primaria. El remedio no está, sin embargo, en suprimir lo bueno sino en corregir lo malo”.

Es en el contexto anterior, de ninguna manera favorable para el desarrollo de la educación superior, que debemosapreciar el valor de la autonomía alcanzada por la UASLP hace 90 años.

Hoy en día el Edificio Central de la UASLP –testigo del desarrollo educativo del Estado a lo largo de su historia, incluyendo el nacimiento de la autonomía universitaria en México–ya no alberga actividades docentes después de haberlo hecho –si bien con interrupciones– por más de tres siglos. En un pasado reciente, el Edificio Centralfue poco a poco abandonado porsus estudiantes. Primeramente yde manera paulatina por los estudiantes de las escuelas profesionales; en seguida,por los de secundaria y preparatoria. La última escuela en dejar el Edificio Central fue la Escuela de Física, al final de los años setenta.

El que no albergue ya estudiantes no significa, por supuesto, que el Edificio Central haya perdido relevancia. Por el contrario, constituye el emblema más distintivo de la Universidad. Así, los eventos organizados el pasado 10 de enero por la UASLP y su Rector, arquitecto Manuel Fermín Villar Rubio, para conmemorarlos 90 años de autonomía, fueron culminados con un espléndido espectáculo de música y fuegos artificiales en sincronía. Lanzados estos últimos –por supuesto– desde el techo del Edificio Central.

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