Hogar, dulce hogar

Aventureros frustrados



“De todo tiene la viña,

Sacra y Real Majestad,

de todo tiene la viña:

uvas, pámpanos y agraz.”

Atribuido a fray Hortensio de Paravicino, 1624

Sin duda que de todo hay en la viña del Señor y, como ejemplo,la campaña lanzada el pasado 22 de abrilpor la compañía holandesa “MarsOne” para encontrar voluntarios que quieran viajar al planeta Marteha acumulado ya 78,000 interesados. Este número es sorprendente, pues si bien la perspectiva de viajar a un planeta lejano debe resultarfascinante para aquellos con espíritu aventurero, hay que considerarque el viaje sería sin retorno y al ansia de aventura habría que añadir la decisión de abandonar para siempre a la Tierra.

En efecto, el proyecto emprendido por “MarsOne” es uno de colonización de Marte y con el objeto de mantener los costos de viaje en un mínimo, no se pretende que los viajeros puedan regresar a nuestro planeta.Tendrían entonces que quedarse en Marte, probablemente para siempre.

“MarsOne”, tiene planeado enviar a Marte dos parejas astronautas en el año 2023. Previamente a esto, seplanea enviar varias misiones preparatorias. La primera arribará a Marte en 2016 con una carga de 2,500 kilogramos. Una segunda misión,a lanzar en 2018, hará llegar a la superficie del planeta un carro explorador que será operado a control remoto desde la Tierra. Finalmente, en 2021 serán enviadas a Marteseis misiones con todo lo necesario para desplegar la cápsulas que albergarán a los colonos, al igual que un segundo carro explorador.

De acuerdo con los planes, al inicio del año 2022 se tendrán listas en Marte las instalaciones para la producción del agua y del aire que necesitarán los colonos para sobrevivir. En ese mismo año, los componentes de la nave interplanetaria serán puestos en órbita terrestre yuna vez ensambladostodo estará listo para iniciar el viaje.

Al llegar las dos primeras parejas a Marte se encontrarán con todo lo necesario para instalarlas cápsulas inflables en las que habitarán. Además, algunas semanas después arribarán cinco misiones con más materiales de construcción y de producción de agua y alimentos, lo mismo que un tercer carro explorador. Ya con la colonia instalada, en junio de 2025 llegarán las siguientes dos parejas de colonos y así sucesivamente cada dos años hasta completar la colonia.

Según los directivos de “MarsOne”,poner sobre la superficie de Marte los primeros colonos tendrá un costo de unos 6,000 millones de dólares.Para recaudarlosfondos necesarios, el proyectose concibe como un “reality show” televisivo al estilo de “Big Brother” pero trasmitido desde Marte.Con esto, los fondos para el proyecto serían obtenidos de la venta de derechos televisivos. Los organizadores razonan que si los pasados Juegos Olímpicos de Londres recaudaron 3,700 millones de dólares en regalías en solamente tres semanas, no hay razón para que el proyecto “MarsOne” no recaude 6,000 millones contando con mucho más tiempo.

No todo mundo, sin embargo, está de acuerdo en que “MarsOne” sea factible. Desde el punto de vista económico, por ejemplo, podríamos pensar que el costo de 6,000 millones de dólares resulta más que modesto en comparación con los 2,500 millones de dólares que fueron necesariospara poner al explorador “Curiosity” en Marte. Ambos proyectos son de una magnitud muy diferente. El “Curiosity” tiene un peso que no llega a una tonelada, muy inferior al peso de los elementos necesarios para construir la colonia en Marte. Además, el que uno de los viajes planeados sea tripulado añade complejidad y costos sustanciales a la misión.

Al margen de la controversia sobre los costos del proyecto, sin embargo, hay una dificultad técnica para llevarlo a cabo que se antoja insuperable, y que se discute en un artículo publicado esta semana en la revista “Science”. Esta dificultad tiene que ver con las radiaciones de alta energía a las que estarían expuestos los astronautas tanto durante el viaje interplanetario, como durante su vida en Marte. En la Tierra estamos protegidos de estas radiaciones por el cinturón magnético que rodea a la Tierra. Ni en el espacio ni sobre la superficie de Marte los astronautas gozarán de esta protección y estaríaen riesgo su salud.

En el artículo referido se reportan los niveles de radiación interestelar medidos en el interior de la cápsula que transportó al “Curiosity” hasta las inmediaciones de Marte. Estas radiaciones podrían acercarse a los máximos niveles establecidos por la NASA durante toda la vida de un astronauta. Existe, además, el peligro de un aumento repentino de radiación de Solque podría superar este límite.

Si bien los aspirantes a colonizar Marte son numerosos en esta etapa del proyecto, es posible que sean muchos menos en el momento de tomar la decisión de abandonar la Tierra para siempre, pues si bien es cierto que de todo hay en la viña del Señor, también lo es que no hay loco que coma lumbre. En todo caso, dadas las dificultades previsibles del proyecto, es posible que nunca nadie tenga la necesidad de tomar una decisión en este sentido.

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