El primer laboratorio científico de la historia

Verdes contra rojos



De acuerdo con un artículo publicado este mes en la revista “Astrobiología” por científicos de la Universidad de East Anglia en el Reino Unido, nuestro planeta se está acercando al límite interior de la zona habitable alrededor del Sol. Una vez fuera de esta zona, el calor del Sol será tan grande que hará imposible la vida sobre la Tierra tal como la conocemos. Los científicos calculan, sin embargo, que esto sucederá dentro de varios miles de millones de años, cuando nuestro Sol envejezca e incremente su tamaño, y como resultado la zona habitable se extienda más allá de la órbita terrestre.

Así, si bien la vida sobre la Tierra está irremediablemente condenada a desaparecer algún día abrasada por el Sol –de no hacerlo antes por efecto de alguna catástrofe natural o provocada por nosotros–, ese día está tan lejano que no es motivo de mayores preocupaciones.

Como sí lo es el calentamiento global que está experimentando nuestro planeta, que podrá no tener consecuencias tan dramáticas como las que sufrirá la Tierra cuando deje la zona habitable, pero que está a la vuelta de la esquina y no a miles de millones de años de distancia. Además, si bien el calentamiento global implicará en los próximos cien años un incremento máximo en la temperatura de la Tierra de sólo unos pocos grados centígrados, las consecuencias al clima de nuestro planeta podrían ser desastrosas, según arguyen los expertos.

El calentamiento global ha tenido una presencia mayor de la habitual en la prensa en los últimos días. Esto por la anunciada aparición la próxima semana del quinto reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) de la Organización de Naciones Unidas. Con este motivo, la revista científica “Nature” publicó en el número de esta semana una sección especial sobre diferentes aspectos del calentamiento global y del cambio climático consecuente.

Una versión del próximo informe del PICC filtrada a la prensa en el mes de junio hace prever a los especialistas que el panel destacará en el documento oficial que en los últimos quince años el promedio de temperatura de la superficie de la tierra se ha mantenido estable en gran medida, en contraste con las dos décadas anteriores durante las cuales dicha temperatura se incrementó en más de medio grado centígrado. Este hecho, que está en contra de las predicciones de los expertos, ha sido aprovechado por los activistas que niegan el cambio climático, quienes arguyen que el mismo constituye una prueba de que el calentamiento global se ha estabilizado y que no está asociado al incremento en la concentración de gases de invernadero en la atmósfera, la cual ha crecido de manera paulatina a lo largo de los últimos dos siglos.

Así, los escépticos del cambio climático consideran que las variaciones de la temperatura de la Tierra son fundamentalmente debidas a fenómenos naturales y que los gases de invernadero producen sólo efectos pequeños. Esta opinión no es compartida por expertos climatólogos quienes arguyen que la estabilización de la temperatura terrestre en los últimos quince años bien pudiera responder a fenómenos naturales, pero que el calentamiento inducido por los gases de invernadero está subyacente y que el ritmo de crecimiento de la temperatura de la superficie terrestre se reanudará una vez que dichos fenómenos naturales desaparezcan.

También pudiera ser que el calor extra que produce el efecto invernadero –cuya existencia está fuera de toda duda– se hubiese canalizado al fondo de los océanos y no a la superficie de la Tierra. O bien, como una tercera posibilidad, que el calor extra en realidad nunca hubiera llegado a la Tierra, debido a la reflexión de la radiación solar por los contaminantes suspendidos en la atmósfera –producto supuestamente del incremento en la actividad industrial en países asiáticos.

En todo caso, los escépticos del calentamiento global no mencionan que si bien la temperatura terrestre se estabilizó en cierta medida en los últimos 15 años, los 12 primeros años de este siglo están entre los 14 más calientes desde el año 1880.

El clima de la Tierra es algo tan extremadamente complicado que muchos de los mecanismos que lo gobiernan están todavía fuera del entendimiento de los científicos. Esto ha favorecido a los grupos de activistas y organizaciones que niegan el calentamiento global. Una de éstas, el Instituto Heartland, con base en Chicago, Illinois, se refiere a la existencia de dos equipos, los “Verdes” del PICC, que defienden la existencia del calentamiento global y los “Rojos” del Institute Heartland, que asumen la posición contraria. Visto así, el calentamiento global sería en no poca medida un asunto de fe.

No lo es, sin embargo, y aunque muchos de los secretos del clima no son aun entendidos, el consenso mayoritario entre los climatólogos es que el calentamiento global es real y que es debido a la creciente emisión de gases de invernadero a la atmósfera. Dada esta situación, los especialistas consideran que es urgente tomar medidas para controlar la emisión de estos gases y evitar una catástrofe ambiental.

De no ser así bien pudiera ser que los humanos no podamos aprovechar todos los años de vida que aparentemente el diseño del sistema solar nos tiene reservados.

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