El primer laboratorio científico de la historia

Anonimato en línea



Como sabemos, de manera frecuente al final de un artículo o noticia publicada en Internet se incluye una sección en la que los lectores pueden expresar opiniones sobre su contenido o sobre las opiniones de otros lectores, que en algunas ocasiones resultan sorprendentemente agresivas. Tan agresivas que difícilmente pensaríamos pudieran expresarse cara a cara. Serían así producto del anonimato desde el cual son emitidas.

Un artículo y una editorial publicados en el número de esta semana de la revista británica de divulgación científica “New Scientist” comentan sobre este fenómeno. El que un usuario de Internet esté conectado de manera anónima provoca, según algunas opiniones, que se comporte de manera poco civilizada al no tener que enfrentar las consecuencias de sus palabras. Esto ha sido llamado el “efecto tóxico desinhibidor en línea”.

En el artículo de “New Scientist” se plantea la posibilidad de que el anonimato en Internet desaparezca. Para esto existen ya las tecnologías necesarias. Un usuario de Internet, por ejemplo, podría ser identificado por medio de las huellas digitales de sus dedos, con la ayuda de los movimientos característicos de su mano al marcar un número en el teléfono celular, o por la manera de caminar tal como es detectada por el acelerómetro de dicho teléfono.

La posibilidad de eliminar el anonimato en Internet le plantea a “New Scientist” varias interrogantes. La primera es si la pérdida del anonimato sería, después de todo, una medida efectiva para reducir los comentarios inciviles en línea, que bien pudieran obedecer en realidad a la ausencia de un contacto visual entre aquellos que interactúan. La segunda interrogante tiene que ver con el papel que ha tenido Internet en la caída en los últimos años de gobiernos que califica “New Scientist” de represores, caída que podría no haber ocurrido sin el anonimato en la red.

Un aspecto más se refiere al robo de identidad. En la actualidad, si alguien roba una identidad digital siempre hay la posibilidad de anularla y generar una nueva. Si esta identificación se hiciera mediante nuestras huellas digitales o nuestra manera de caminar no existiría esta posibilidad.

En el marco de la gran difusión que en las últimas semanas se ha dado al espionaje del que fueron objeto varios gobiernos extranjeros por parte de los Estados Unidos, sin embargo, la principal preocupación por la eventual pérdida del anonimato en línea tendría que ver con la mayor facilidad que con ésta habría para que los usuarios de Internet pudieran ser vigilados.

La red Internet tiene una estructura distribuida a lo largo de todo el mundo, la cual está formada por un conjunto de redes interconectadas. Internet se mantiene en crecimiento sostenido por la adición de nuevas redes de manera continua. Si bien Internet se creó en los Estados Unidos por iniciativa oficial, son hoy en día compañías privadas de telecomunicaciones las que la mantienen en operación.

Internet es una red de comunicaciones distribuida que no tiene un control centralizado. Buena parte del tráfico de comunicaciones internacionales, sin embargo, pasa por el territorio de los Estados Unidos, como resultado de haber sido este país el iniciador de la red. Esto ocurre aun si implica que un mensaje tenga que viajar una distancia considerablemente mayor que la que existe entre el punto donde se origina dicho mensaje hasta el punto de destino. Así, por ejemplo, un mensaje enviado desde Brasil hacia Uruguay viaja primero a Miami y desde ahí hacia el sur hasta este último país. Esto no resulta impráctico debido a la gran velocidad con la que viajan los mensajes en Internet que elimina las barreras geográficas.

Es Brasil precisamente –uno de los países críticos del espionaje revelado en los últimos meses– el que está planteando llevar a cabo las acciones más drásticas para revertir esta situación. Está, por ejemplo, demandando que las compañías de comunicaciones que guardan datos personales de usuarios en Brasil, como Google y Facebook, los mantengan en computadoras que estén físicamente en este país y no en los Estados Unidos, demanda que dichas compañías se niegan a satisfacer. Brasil está igualmente planteando la creación de una red de comunicaciones con países sudamericanos que no dependa de la infraestructura de las compañías de telecomunicaciones basadas en los Estados Unidos.

La época que nos tocó vivir ha sido testigo de grandes desarrollos tecnológicos que han tenido un impacto profundo en nuestro estilo de vida. Uno de estos desarrollos sin duda es el Internet, que ha revolucionado las telecomunicaciones de manera que hubiera sido difícil de imaginar apenas hace algunas décadas, y con esto ha cambiado al mundo. Sin duda que lo ha cambiado para bien; aunque es posible que también lo haya hecho para mal, si el Internet y el enorme poder de las computadoras que almacenan el alud de datos que reciben día a día –de los usuarios de la red–ayudan a hacer realidad el mundo concebido por George Orwell hace más de medio siglo.

En este contexto, el que la eliminación del anonimato en Internet inhiba o no los comentarios agresivos en línea no tiene, por supuesto, mayor relevancia.

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