El primer laboratorio científico de la historia

La jerarquía de los metales



Comparado con el oro –e incluso con la plata– el cobre es ciertamente un metal que ocupa un lugar secundario en muestraescala de valores. Así, decimos que alguien “enseña el cobre” cuando al querer aparentar ser de oro muestra una faceta deleznable que asumimos es más propia del cobre. La menor jerarquíaque para nosotros tieneeste metal en comparación con el oro queda de manifiesto a lo largo de las dos semanas que duran los juegos olímpicos, cuando se entregan medallas de oro, plata y bronce al primero, segundo y tercer lugares de una competición. Si bien las medallas de oro sólo lo son nominalmente, pues tienen muy poco de este metal, las de bronce si son mayoritariamente de cobre.

Hay razones para que le tengamos al oro un mayor aprecio que el que le tenemos al cobre. Una de ellas es que el primero esen buena medida químicamente inerte y no pierde su lustre con el tiempo, como sí sucede con el cobre. Otra razón tiene que ver con la escasez del oro en el mundoen comparación con el cobre. Si damos un vistazo a las estadísticas nos daremos cuenta que en 2012en todo el planeta se extrajeron 2,700 toneladas de oro. Como este elemento es muy pesado,esta producción es equivalente a un cubo de oro sólido de apenas unos 5 metros por lado. En contraste, en el año 2006 seprodujeron 16 millones de toneladas de cobre, que representa en peso una cantidad varios miles de veces mayor que la producción de oro.

De este modo, dado el poco oro que hay en el mundo, su posesión es símbolo de estatus social y no sorprende que lo tengamos en una alta estima.

La situación, no obstante, es engañosa pues en realidad el cobre ha sido considerablemente más importante que el oro en la historia humana. Así, por ejemplo, tenemosque los arqueólogos distinguen en la historia de la civilización a una Edad del Cobre pero no a una Edad del Oro. El cobre, junto con el oro y la plata fueron los primeros metales trabajados por nuestros antepasadosmiles de años antes de nuestra era. El oro es un material dúctil que se empleó para fabricar joyería y objetos suntuarios. El cobre por su lado, si bien es relativamente suave, puede tratarse o mezclarse con estaño o zinc para aumentar sudureza, lo que posibilitó su uso para la fabricación de armas y herramientas. Es interesante notar que Otzi, la momia de 5000 años de antigüedad que fue descubierta en 1991 enterrada en hielo en los Alpes, en la frontera entre Austria e Italia, tenía entre sus pertenencias un hacha de cobre.

Posteriormente, el cobre y sus aleaciones perdieron ventajas con el desarrollo de la metalurgia del hierro, que resultó ser un material más duro y ligero.

Con el advenimiento de la electricidad en el siglo XIX, sin embargo, el cobre cobró nueva vida y –por segunda vez– se convirtió en un elemento esencial para el mundo. En efecto, es a través de cables hechos de cobre que se mueven los electrones que encienden una lámpara eléctrica, hacen funcionar una televisión, mueven el motor de una bomba de agua o accionan la marcha de un automóvil. Así, la producción mundial de cobreha ido en aumento continuo a lo largo de los últimos cien años –con la excepción de los periodos que corresponden a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial–para satisfacer la creciente demanda.

Hay quienes, no obstante, auguran que este crecimiento llegará pronto a su fin y que la producción mundial de cobre, al agotarse las reservas, alcanzará en unas décadas un máximo a partir del cual decaerá, de manera similar a como se ha proyectado para otros minerales, notablemente el petróleo. Richard Kerr, reportero científico de la revista “Science”, escribe sobre el tema en el número de esta semana de la misma. Las proyecciones, llevadas a cabo por especialistas en Australia, indican que si bien en las próximas dos o tres décadasla producción de cobre seguirá incrementándose para satisfacer la demanda,alrededor de 2040 dicha producciónse desplomará hasta alcanzar valores sustancialmente menores que los actuales -un punto interesante en este sentidoes que la producción de cobre de México no disminuirá sino que incluso aumentará.

Como con toda proyección, sin embargo, no todo mundo está de acuerdo. Se hace notar, por ejemplo, que a diferencia del petróleo, el cobre se recicla en alrededor de un 50%, un porcentaje que podría incrementarse en los años por venir.

Al margen de los que nos depare el futuro –o mejor dicho, les depare a los que logren llegar hasta esas fechas–, el que se presente una discusión sobre la posibilidad de que una materia prima –sea petróleo, carbón, cobre, oro o cualquier otra– esté en posibilidad de agotarse significa que algo estamos haciendo mal. Desde que empezamos a usar el cobre hace diez mil años siempre estuvo a nuestra disposición. Ahora, según algunos, existe la posibilidad de que después de todo este tiempo termine por escasear.

En cuyo caso posiblemente lo lleguemos a apreciar más que al oro y se decida, por ejemplo, que a un campeón olímpico se le premie con una medalla decobre –o, dicho con más propiedad, de oro recubierto con cobre.

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