El primer laboratorio científico de la historia

Mundo cambiante



La revolución científica que se produjo en Europa a lo largo de los siglos XVI-XVIII tuvo un enorme impacto intelectual que cambió radicalmente nuestra concepción del mundo físico y natural. Con el transcurrir de los siglos, la nueva manera de ver al mundo nos llevó a desarrollos tecnológicos en los que la ciencia jugó un papel fundamental, que lo mismo alargaron nuestra esperanza de vida que nos proporcionaron nuevas formas de transportación y de comunicación a distancia, por mencionar sólo algunos ejemplos.

En el mundo actual la ciencia y la tecnología de base científica tienen, además, un impacto económico de gran magnitud. De acuerdo con cifras publicadas por la “National Science Foundation” (NSF) de los Estados Unidos, la industria de alta tecnología y los servicios especializados basados en el conocimiento contribuyeron en el año 2012 con un 27% al producto interno bruto a nivel global.

Dado que la ciencia se originó en Europa, fue en ese continente donde floreció inicialmente y en donde se desarrollaron sus primeras aplicaciones. El surgimiento de los Estados Unidos en el siglo XX como una potencia económica, no obstante, cambió este panorama, al grado que este país se convirtió en la segunda mitad del siglo XX en el principal centro científico y tecnológico del planeta.

El mundo, no obstante, se mantiene en cambio continuo y los indicadores de ciencia y tecnología 2014 que publicó el pasado mes de febrero la NSF muestran que los Estados Unidos está perdiendo su posición preponderante en ciencia y tecnología –si bien todavía conserva el liderazgo mundial–. Esto a favor de los países del este, sudeste y sur de Asía, particularmente China, principal competidor de los Estados Unidos como potencia científica y tecnológica.

Los números que ofrece la NSF en su informe son ilustrativos. Por un lado, tenemos que el 40% del producto interno bruto de los Estados Unidos es generado por servicios especializados e industrias de alta tecnología. Este porcentaje se compara favorablemente con el 29-30% de otros países desarrollados –países de la Unión Europea, Japón y Corea del Sur– y en ese respecto los Estados Unidos es el país de grandes dimensiones con el porcentaje más alto. Además, entre 1999 y 2012 dicho porcentaje se incrementó en varios puntos.

En algunos países en desarrollo, sin embargo, las manufacturas de alta tecnología están creciendo muy rápidamente, notablemente en China, en donde se han multiplicado por un factor de cinco entre 2003 y 2012. En términos de porcentaje de producción global de estas manufacturas, China saltó de un 8% a un 24% en ese periodo. El porcentaje respectivo de los Estados Unidos en el año 2012 fue de 27%, de modo que aún está por arriba de China. Sin embargo, de seguir la tendencia de los pasados años, China rebasará pronto a los Estados Unidos como principal productor de manufacturas de alta tecnología.

En lo que se refiere a los servicios especializados, éstos aun se concentran fundamentalmente en los países desarrollados. Así, el 32% de estos servicios a nivel global se generan en los Estados Unidos y el 23% en la Unión Europea, mientras solamente el 8% se fabrican en China.

En inversión en investigación y desarrollo los Estados Unidos en 2011 se mantuvieron a la cabeza con un total 429 miles de millones de dólares, seguido de China y Japón con 208 y 147 miles de millones de dólares, de manera respectiva. Con respecto a la inversión global, sin embargo, los Estados Unidos vieron reducida su participación de 37% en 2001 a 30% en 2012. En el mismo periodo, las economías de los países del este, sudeste y sur de Asia –entre los que se incluyen China, India, Japón, Malasia, Singapur, Corea de Sur y Taiwan– incrementaron dicha participación de 25% a 34%.

Una medida de la actividad de investigación de un país lo da el número de sus publicaciones científicas. De acuerdo con la NSF, en 2011 se publicaron en el mundo 828,000 artículos científicos. De éstos el 24% correspondió a los Estados Unidos que, como país, se mantiene a la cabeza. Este porcentaje, no obstante, ha venido disminuyendo a una tasa de 4 puntos anuales desde el año 2001. Un fenómeno similar ocurre, en los países de la Unión Europea y en Japón. Todo debido, fundamentalmente, al incremento en las publicaciones de países asiáticos. Otros países aparte de asiáticos están igualmente incrementando su capacidad científica y tecnológica, como es el caso de Brasil y México en nuestro continente, pero su peso específico es menor al de aquellos.

Las cifras de la NSF Indican que, efectivamente, el centro de gravedad científico y tecnológico del mundo se está desplazando hacia el este de Asia. Un cambio que hubiera sido difícil de imaginar en Europa, cuna de la revolución científica, hace apenas cien años.

Comentarios