El primer laboratorio científico de la historia

Historias de cometas



Como sabemos, los cometas son objetos celestes que giran alrededor del Sol en órbitas excéntricas que los acercan y alejan de éste y que, por lo mismo, aparecen y desaparecen del cielo de manera periódica. Todo esto, sin embargo, no lo supimos con seguridad sino hasta fechas relativamente recientes. De manera específica, hasta que Edmund Halley predijo de manera acertada, con décadas de anticipación, la aparición en 1758 del cometa que lleva su nombre. Antes de Halley los cometas eran objetos que aparecían en el cielo al azar. Después de Halley su comportamiento es predecible, y en el caso particular del cometa nombrado en su honor, las apariciones ocurren cada 76 años.

Antes de que se conociera su verdadera naturaleza, los cometas se asociaron con todo tipo de sucesos y presagios, comúnmente calamitosos –aunque no necesariamente– y de esto han surgido numerosas historias en las que los cometas han sido protagonistas estelares. Una de estas historias tiene que ver con el llamado Sitio de Belgrado, en el que se enfrentaron turcos y húngaros en el año 1458 en el marco de la expansión del Imperio Otomano hacia Europa. Viendo amenazada a la cristiandad y estando fresca la memoria de la caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1543, el papa Calixto III emitió una bula para exorcizar el peligro turco en la que ordenaba a todas las iglesias a sonar una o más campanas tres veces a las doce del día, y a todos los fieles a rezar tres padrenuestros y tres avemarías, ente otros preceptos.

El Sitio de Belgrado se dio poco después de la aparición del cometa Halley en junio de 1458 y esto dio origen a una leyenda según la cual el papa Calixto III habría excomulgado al cometa al considerarlo objeto del demonio. Esta leyenda, que hoy se encuentra desacreditada, sobrevivió, sin embargo, hasta el siglo XIX, propagada, entre otros, por el físico y astrónomo francés Pierre-Simon Laplace.

Aun después de que se descubriera su verdadera naturaleza, los cometas han seguido siendo protagonistas de numerosas historias no tan favorables a su reputación. Durante la visita del cometa Halley en 1910, por ejemplo, la cola del mismo, que contiene cianógeno –un gas tóxico– cruzó por nuestro planeta. Esto motivó alarma por la posibilidad de que la atmósfera pudiera ser contaminada con este gas, llevando al extermino de la vida sobre la Tierra. En realidad, la concentración de cianógeno en el cometa es tan pequeña que no represento peligro alguno –aunque sí constituyó una oportunidad de negocio para algunos vivales que se dedicaron a vender píldoras para, supuestamente, neutralizar los efectos del cianógeno.

En un caso más reciente, la visita del cometa Hale-Bopp en 1997 provocó un suicidio en masa de miembros de la secta “Puerta del Cielo”, quienes por esta vía pretendían abordar una supuesta nave extraterrestre que se acercaba a la Tierra escondida detrás del cometa. Dicha nave habría sido descubierta en una fotografía del cometa tomada por un astrónomo aficionado. Según las creencias de la secta, la nave extraterrestre conduciría a los suicidas a un estadio superior de vida.

Ciertamente muchas historias de cometas se han desarrollado a lo largo de la historia del mundo. Estas historias vienen a cuento en estos días porque el próximo 12 de noviembre la nave Rosetta de la Agencia Espacial Europea, que desde el pasado mes de agosto se encuentra en órbita alrededor del cometa Churyumov-Gerasimenko después de un viaje de diez años desde la Tierra, liberará la sonda Philae de 100 kilogramos de peso que se pretende se pose suavemente sobre su superficie y se afiance sobre la misma por medio de arpones. De acuerdo con su página web, la Agencia Espacial Europea trasmitirá en vivo el aterrizaje del Philae –con el retraso de tiempo obligado por la distancia de cientos de millones de kilómetros a la que se encuentra el cometa de la Tierra.

Una vez sobre la superficie del cometa, Philae llevará a cabo mediciones para determinar su composición química y su estructura interna. Igualmente, seguirá, tan cercanamente como puede ser posible, la evolución de las actividades del cometa conforme se acerca al Sol.

Rosetta y Philae llevan a bordo sofisticados instrumentos que permitirán obtener información científica sin precedente acerca de los cometas. Rosetta, lleva también a bordo, por supuesto, cámaras fotográficas que nos han permitido observar al cometa con un asombroso detalle. Las fotografías que podemos apreciar en la página web de la Agencia Espacial Europea nos muestran que el cometa Churyumov-Gerasimenko está formado por dos cuerpos unidos por un cuello. Cómo fue que el cometa adquirió esa forma es algo que tendrán que determinar los especialistas.

Lo que sí es claro de las fotografías, tomadas a una distancia de decenas de kilómetros, es que el cometa viaja sólo, sin acompañantes, y que entre los descubrimientos que nos entregará Rosetta no se encontrará –con seguridad– el de alguna nave extraterrestre escondida detrás del cometa viajando sigilosamente hacia nuestro planeta. Ni tampoco encontrará evidencia alguna que justifique la negra reputación que tuvieron los cometas en tiempos pasados.

Por lo pronto, habría que cruzar los dedos para que el aterrizaje del próximo miércoles transcurra sin contratiempos.

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