El primer laboratorio científico de la historia

En busca del peso ideal



En un anuncio comercial a color aparecido en 1965 en la cubierta de una revista, Raquel Welch, la entonces famosa estrella de Hollywood, nos espeta: “No puedo permitirme estar flaca“, para luego aclarar: “Si bien filmar películas para el cine o la televisión es excitante y con muchas recompensas, también implicauna implacable rutina diaria de largas horas de trabajo, desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche. Esto a menudo nos obliga a suspender la comida o la cena.” Así, la actriz habría tenido problemas para mantener la figura.

Quienquiera que haya visto una de sus películas de los años sesenta, sin embargo, estará de acuerdo en queRaquel Welchlogró, de alguna manera, solucionarsu problema. Cómo fue que lo hizo ella mismanos lo explica en el anuncio de marras:el secreto fue un complemento alimenticio, tónico y pastillas, para aumentar el apetito y con los nutrientes necesarios para mantener el peso.

En estos tiempos, en los que la moda es bajar peso –no subirlo– un anuncio como el de Raquel Welchnos resulta sorprendente. Nos ilustra, no obstante, sobre los vaivenes que ha tenido la figura femenina ideala lo largo de la historia. En la Grecia clásica, y a juzgar por las esculturas que nos han llegado de esa época –la Venus de Milo, por ejemplo–, el cuerpo ideal tendía a ser robusto. Esto, en contraste con la moda de Egipto antiguo en donde el cuerpo ideal era más bien delgado. Al despuntar el siglo XX la estética demandaba cuerpos robustos –por más que las mujeres se enfundaran en corsés para lucir cinturas de avispa–. Los años veinte trajo una moda andrógina en la que las mujeres perdieron la cintura. Para volverla a recuperar en los años cincuenta, con Marilyn Monroe como una de sus figuras representativas, y perderla nuevamente en los años noventa.

En contraste con las oscilaciones de la moda, el peso de los habitantes de muchos países del mundo, incluyendo el nuestro, se está incrementando en forma continua, y de manera alarmante. Una medida del sobrepeso de una personanos lo da su índice de masa corporal, el cual se obtiene dividiendo su peso en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros. Un peso normal se define por un índice de masa corporal entre 18.5 y 25. Un índice entre 25 y 30 define al sobrepeso, y uno mayor a 30 a la obesidad.

Así, una persona de 1.75 metros de altura y un peso de 75 kilogramos tiene un índice de masa corporal de 24.5, cerca del límite superior del intervalo que se considera normal. Si esa misma persona pesara 95 kilogramos su índice sería de 31, lo que lo coloca dentro del rango de obesidad.Por otro lado, considerando casos específicos, Raquel Welch habría tendido en las años sesenta un índice de masa corporal de aproximadamente 19, un poco menor que el de Marilyn Monroe. De este modo, ambas estaban en el rango normal bajo, a pesar de la percepción que se tiene de ellas.

No es el caso, desafortunadamente, de la mayoría de la población de los Estados Unidos, pues según fuentes oficiales, alrededor del setenta por ciento de los estadounidenses tiene sobrepeso y de éstos aproximadamente la mitad están clasificados como obesos. En México, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, las cifras no son muy diferentes.

Un número de enfermedades, incluyendo las cardiovasculares y la diabetes, están asociadas al sobrepeso y las recomendaciones médicas es que nos tratemos de mantener dentro de un rango de peso normal. Un artículo de investigación aparecido esta semana, sin embargo, encuentra que el índice de masa corporal para el cual se tiene un menor índice de mortalidad, para cualquier enfermedad, cae en el rango que corresponde al sobrepeso.

El artículo de referencia fue publicado en la revista“Journal of the American Medical Association” por un grupo de investigadores del “CopenhagenUniversity Hospital” en Dinamarca. En dicho artículo se reportan los resultados de un estudio llevado a cabo para correlacionar la mortalidad, por cualquier enfermedad, con el índice de masa corporal. Se investigaron datos de tres diferentes épocas: 1976-1978, 1991-1994 y 2003-2013, de más de 100,000 voluntarios extraídos de la población general de Copenhague.

Los investigadores encontraron que para el periodo 1976-1978 el mínimo de mortalidad se dio para un índice de masa corporal de 23.7, el cual está dentro del rango considerado normal. Para el periodo 1991-1994, sin embargo, dicho índice se incrementó a 24.6 y para el periodo 2003-2013 a 27. Este último valor corresponde al rango considerado como de sobrepeso. De acuerdo con esto, unos pocos kilos de más no solamente no serían dañinos, sino que nos permitirían incrementar nuestra esperanza de vida.

Como apuntan los autores, sin embargo, el suyo es un estudio llevado cabo con un tipo específico de población, daneses de raza blanca, que podría no ser válido para otros grupos étnicos. Además de que tendría que ser confirmado por otros estudios independientes. Por otro lado, un índice de masa corporal de 27 significa apenas unos pocos kilos de más con respecto al índice de 25. No habría pues que echar las campanas al vuelo y, por si las dudas, seguir cuidando nuestro peso.

Habría que hacerlo para cuidar nuestra salud siguiendo estudios científicos racionales. No para satisfacer las exigencias de las moda, las cuales son bastante caprichosas y cambiantes, más allá de toda racionalidad.

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