Hogar, dulce hogar

El lado oscuro de las redes sociales



Como fue ampliamente dado a conocer por los medios de comunicación, el pasado martes un ataque terrorista en el aeropuerto de Estambul, Turquía, dejó un saldo de al menos 44 muertos, incluyendo dos atacantes suicidas. Este hecho se suma al creciente número de incidentes terroristas en el mundo, el cual se multiplicó por un factor de nueve entre los años 2000 y 2014, según la base de datos sobre terrorismo global alojada en la Universidad de Maryland.

Según esta base de datos, casi 33,000 personas a nivel global murieron por actos terroristas en 2014, incluyendo 6,200 atacantes. Los muertos por terrorismo, por otro lado, no se distribuyeron de manera igual en todo el mundo y el 78% del total se dieron en sólo cinco países: Irak, Nigeria, Afganistán, Pakistán y Siria,con Irak el peor librado al registrar aproximadamente 10,000 muertos. En contraste, en los Estados Unidos murieron18 personas en 2014 víctimas del terrorismo.

La gran mayoría de los ataques terroristas en el mundo se dan de este modo en unos pocos paísesy esto contrasta con la desproporcionada atención que los medios de comunicación dan a los incidentes terroristas que ocurren en los países desarrollados. Así, recordamos sin dificultad los ataques de noviembre de 2015 en París con el resultado de 137 personas muertas, pero quizá no recordemos con la misma facilidadaquellos que se llevaron a cabo el 20 de septiembre del mismo año en dos localidades de Nigeria,con el resultado de al menos 145 víctimas fatales.

Como quiera que sea, si bien en los pasados años el número de víctimas del terrorismo ha sido relativamente pequeño en los países desarrollados, particularmente en los Estados Unidos, en donde las fatalidades por terrorismo en 2014 fueron apenas un 0,06% de número total de muertos por accidentes detráfico, existe interés en estudiar el fenómeno del terrorismo con el fin de anticipar sus ataques.

Con respecto a lo anterior, el pasado 17 de junio un grupo de investigadores en los Estados Unidos, encabezado por N.F. Johnson de la Universidad de Miami, publicó en la revista “Science” un artículo en el que reportan los resultados de un estudio llevado a cabo con la esperanza de entender el proceso mediante el cual se forman los grupos terroristas, al igual que las condiciones que propician su actividad como tales. El estudio se llevó a cabo con información obtenida de Internet, que es la vía de comunicación que promuevela integración y coordinación dedichos grupos con una eficiencia sin precedentes.

Johnson y colaboradores asumieron que, mas que seguir los mensajes por Internet de todos aquellos que de manera ocasional hubieran mencionado, por ejemplo, al Estado Islámico (ISIS), hay que seguir la autoformación y evolución de grupos de apoyo –a los que se refieren como “agregados”– a dicha organización terrorista. Cada uno de estos agregados está formado por un grupo de seguidores de una determinada página de Internet, los cuales “de manera frecuente discuten en línea detalles operativos, tales como rutas de financiamiento, “knowhow” tecnológico y la manera de evitar ataques por aviones no tripulados”.

Para llevar a cabo su estudio, Johnson y colaboradores se enfocaron en páginas alojadas en Vkontakte, que es una red social análoga a Facebook, con base en Rusiay 350 millones de usuarios a nivel global. Vkontakte permite varios idiomas yen la misma las páginas pro-ISIS tienen mayor tiempo de supervivencia que en Facebook. La red es, además, utilizada por ISIS para diseminar propaganda entre la población de lengua rusa.

Para llevar a cabo su investigación, Johnson y colaboradores primeramente identificaron agregados que expresaran explícitamente apoyo a ISIS, que diseminaran noticias o propaganda de esta organización, o bien que llamaran a la guerra santa en su nombre. Encontraron entre el 1 de enero y 31 de agosto de 2015, 196 agregados pro-ISIS con más de 100,000 seguidores.

Johnson y colaboradores hacen notar quedichos agregados viven en un medio virtual en el que encuentran depredadores –la policía cibernética, “hackers” individuales, o los administradores de la red– y están sujetos a una evolución que puede incluir la fusión con otros agregados o su desaparición. En este último caso, el agregado puede re-encarnar con otro nombre.

Estudiando la actividad decreación de nuevos agregados, los investigadores encontraron que, en un caso particular, la ocurrencia de un acto terrorista por parte de ISISfue precedida por un incremento de dicha actividad. Estudiando el movimiento en la redes sociales de los grupos de apoyoa una determinada organización terrorista se podría anticipar entonces la inminencia de un atentado.

No todo mundo está de acuerdo, sin embargo,y hay quien señala que Johnson y colaboradores en realidad no están prediciendo naday que el incremento en la actividad de los agregados de apoyo a ISIS puede tener varias causas. Para establecer una conexión entre un acto terrorista y el incremento de actividad de sus grupos de apoyo en la redes sociales sería entonces necesario demostrarlo en más casos.

Por lo demás, la peculiar distribución geográfica de la actividad terrorista, que se concentra en unas pocas regiones del planeta, sugiere que la misma obedece a causas objetivas, en parte asociadas a las desigualdades sociales que imperan en el mundo, y que para prevenir atentados terroristas quizá fuera más efectivo tratar de mitigarlas.

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