El primer laboratorio científico de la historia

A propósito del eclipse



Según un artículo publicado en el año 2003 en la revista “Journal of Astronomical History and Heritage” por Ciyuan Liu, Xueshun Liu y Liping Ma de la Academia de Ciencias de China, en la obra literaria “Libro de documentos” de la China antigua se puede encontrar el siguiente pasaje: “En el primer día del último mes de otoño el Sol y la Luna no tuvieron un encuentro armonioso en Fang. Los músicos ciegos tocaron sus tambores; los funcionarios inferiores y la gente común se agitaron y salieron corriendo. He y Ho, sin embargo, como si fueran meros representantes de los muertos en sus oficinas, no supieron ni oyeron nada; -se apartaron de manera tan estúpida de sus obligaciones en materia de apariciones celestiales, que se hicieron acreedores a la pena de muerte fijada por el rey”. 

No es difícil concluir que el episodio anterior corresponde a la ocurrencia de un eclipse de sol el cual habría tenido lugar hace unos cuatro mil años; dicho eclipse sería el primero cuya descripción ha llegado hasta nosotros. No cuesta tampoco mucho trabajo concluir que He y Ho eran los astrónomos reales y que entre sus obligaciones estaba la de predecir la ocurrencia de los eclipses. Esto, con el fin de que el emperador se preparara adecuadamente para enfrentarlos, pues el sol era el símbolo del emperador que se veía amenazado por cualquier alteración que aquel sufriera. Así, según Ciyuan Liu, para combatir a un eclipse de sol el emperador normalmente adoptaba una dieta vegetariana, evitaba el palacio imperial y practicaba rituales para salvar al sol. En esta circunstancia, He y Ho cometieron una muy grave falta y, ciertamente, a ojos del emperador su castigo estuvo más que merecido.

Es entendible que la repentina desaparición del Sol durante un eclipse resultara amenazadora en tiempos antiguos ante la ausencia de una explicación convincente. Con el transcurrir de los siglos, esta situación ha cambiado drásticamente y hoy en día no solamente podemos predecir con gran exactitud la ocurrencia de un eclipse, sino que entendemos plenamente la mecánica por la cual ocurren.

En efecto, sabemos que un eclipse de sol se produce cuando la Luna se interpone entre el Sol y nuestro planeta bloqueando la radiación solar. Sabemos también que si la órbita de la Luna alrededor de la Tierra y de la Tierra alrededor del Sol estuvieran en el mismo plano, tendríamos un eclipse solar cada vez que la Luna se interpusiera entre el Sol y la Tierra; es decir, cada luna nueva. No ocurre esto, sin embargo, porque la órbita de la Luna está inclinada por más de 5 grados con respecto a la órbita terrestre, de modo que la mayor parte de las veces que la Luna se sitúa entre el Sol y La Tierra lo hace en una posición por arriba o por abajo del plano de la órbita terrestre. No bloquea así la radiación del Sol.

La inclinación de la órbita de la Luna hace relativamente poco frecuentes los eclipses de sol, que repiten en ciclos de aproximadamente 18 años con cerca de 42 eclipses por ciclo. Este periodo es largo para que un solo astrónomo en la antigüedad pudiera haberlo descubierto. No lo fue, sin embargo, para que lo lograran varias generaciones de astrónomos y, de hecho, la regularidad de los eclipses se conoce desde hace miles de años. Por otro lado, si bien con el descubrimiento de esta regularidad tendría que haber disminuido el nivel de ansiedad que los eclipses de sol provocaban, como eventos relativamente poco frecuentes, estos eclipses han sido tradicionalmente asociados de manera supersticiosa con desastres y malos augurios.

El profundo entendimiento de la mecánica de los eclipses, por ejemplo, permite a los especialistas predecir que el día de mañana, lunes 21 de agosto, ocurrirá un eclipse total de sol que atravesará el territorio de los Estados Unidos de costa a costa, desde Oregón en el oeste hasta Carolina del Sur en el este. Nos permite también predecir que en México el eclipse será sólo parcial y que en San Luis Potosí alcanzará un máximo de 44%, aproximadamente a las 13:10 –según el sitio timeanddate en Internet.

Así, de haber nacido He y Ho cuatro mil años después y de haber contado con una conexión de Internet con seguridad no habrían tenido el triste fin al que los condenó el emperador: Por supuesto, es posible también que el emperador –de haber sobrevivido como tal– no les hubiera dado trabajo como astrónomos reales por no representarle en estos tiempos utilidad alguna. Por lo demás, la autenticidad de la colorida historia de He y Ho no ha sido demostrada de manera sólida según Cyuan Liu y colaboradores, si bien historias similares aparecen en fuentes chinas diversas.

De ser cierta la historia de He y Ho probaría que los eclipses podían ser predichos desde hace más de cuatro mil de años. Probaría también una de dos posibilidades: 1) que He y Ho eran incompetentes como astrónomos o 2) que eran en extremo irresponsables y temerarios.

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