El primer laboratorio científico de la historia

Historias paralelas



El pasado domingo en este mismo espacio comentamos sobre el descubrimiento de los rayos X por el físico alemán Wilhelm Roentgen en el mes de noviembre de 1895 y del impacto que tuvo en el diagnóstico y tratamiento médico. En contraste con la luz visible, los rayos X tienen la capacidad de penetrar en los tejidos orgánicos –en mayor o menor medida dependiendo del tipo de tejido– y producir imágenes del interior del cuerpo.

Comentábamos también sobre el uso los muones –partículas subatómicas que tienen una gran capacidad de penetración en los cuerpos materiales– para investigar la posible presencia de oquedades en el interior de una mole de piedra tan inmensa como la pirámide mayor de Guiza. Así, rayos X y muones pueden ser usados como extensiones de nuestros sentidos para ver lo que está oculto a simple vista.

Como era de esperarse, los muones y los rayos X se descubrieron en países líderes en materia científica y tecnológica y en este respecto no hay nada de que sorprenderse. Es interesante notar, sin embargo, que muy poco tiempo después de su descubrimiento, ambos rayos X y muones hicieron presencia en nuestro país, particularmente en la ciudad de San Luis Potosí.

En efecto, tenemos que a los pocos meses del anuncio del descubrimiento de los rayos X y de la difusión de la radiografía de la mano de la esposa de Roentgen, el ingeniero Luis Espinosa y Cuevas –hermano de José Espinosa y Cuevas que fuera gobernador de San Luis Potosí– adquirió y trajo a San Luis Potosí una máquina de rayos X. Si bien sorprende la rapidez con la que los rayos X arribaron a San Luis Potosí, esta rapidez parcialmente se explica por la presencia afortunada del ingeniero Espinosa y Cuevas en Alemania en el momento en que se hizo público el descubrimiento de Roentgen. No la explica por completo, sin embargo, y aquí hay que añadir su interés personal en el descubrimiento y el deseo que éste tuviera una influencia en su país natal.

Da acuerdo con José Refugio Martínez Mendoza, amplio conocedor de la historia científica de San Luis Potosí, “Los hermanos José Espinosa y Cuevas y Luis Espinosa y Cuevas, serían de los primeros ingenieros graduados en el Instituto Científico y Literario; estos personajes serían igualmente de los primeros alumnos en cursar la cátedra de física, al final de la primera década de impartirse en el Instituto después de su reapertura”. Luis Espinosa y Cuevas tenía de este modo conocimientos de física, y en este contexto no resulta sorprendente que se interesara en los rayos X. Por otro lado, su entrenamiento en el área de la física no garantizaba que tuviera un interés concurrente en emplear a los rayos X para resolver problemas de índole médico. En estas circunstancias y a falta de mayor información, el suyo resultaría un caso excepcional.

De un modo u otro, la iniciativa de Luis Espinosa y Cuevas de traer a San Luis Potosí una máquina de rayos X en época tan temprana colocan al estado como pionero de los rayos X, no solamente en México sino en toda la América Latina. San Luis Potosí sería así y el lugar en el que probablemente se realizaron las primeras radiografías.

San Luis Potosí tuvo también un contacto relativamente temprano con los muones –que se producen por el choque de los rayos cósmicos que provienen del espacio profundo con los átomos de la atmósfera– que habían sido descubiertos en 1936. Este contacto ocurrió en la segunda mitad de la década de los años cincuenta y fue responsabilidad de Gustavo del Castillo y Gama, quién, juntamente con Candelario Pérez Rosales, fue fundador de la Escuela de Física en la UASLP.

Gustavo del Castillo llegó a la UASLP en 1955, después de graduarse como doctor en física en “Purdue University” en el estado de Indiana, e inició un proyecto para construir una “cámara de niebla” para detectar muones. Dicho proyecto básicamente buscaba reproducir la cámara que había construido como parte de su tesis doctoral. Gustavo del Castillo tuvo éxito en su empresa y en tiempo récord construyó la cámara y la puso a operar. Si uno toma en cuenta las condiciones que encontró en el país en lo general y en la universidad en lo particular, resulta sorprendente el éxito de del Castillo y esto definitivamente lo revela como una persona fuera de serie.

Muones y rayos X han sido sin duda relevantes para el desarrollo científico de San Luis Potosí. Por un lado, la rápida adopción de los rayos X y su uso como herramienta de diagnóstico es indicativa del alto nivel de desarrollo que tuvo la medicina potosina en los inicios del siglo XX y explica su nivel actual. Por otro lado, si bien la física en San Luis Potosí ha pasado por momentos difíciles a lo largo de su historia, la brillante labor de Gustavo del Castillo como constructor de instrumentos científicos fue indicativo de su gran potencial. Hoy, a 60 años de su fundación, este potencial ha cristalizado en buena medida y la física potosina es una de las de mayor desarrollo en el país.

¿Cuál será el futuro de la investigación científica en San Luis Potosí? Es difícil precisarlo pero dependerá en buena medida de las políticas de apoyo a la ciencia y la tecnología que se implanten a nivel federal para mantener y superar su nivel actual. En particular, no podríamos esperar un desarrollo saludable de mantenerse la actual escasez de recursos destinados a la investigación. De ser el caso, no haríamos justicia a los pioneros de la investigación en el estado.

Comentarios