Hogar, dulce hogar

Conclusión interesada



Como ha sido ampliamente difundido por los medios de comunicación, la costa este de los Estados Unidos esta siendo afectada por una severa tormenta invernal que ha llevado nevadas incluso hasta el estado sureño de Florida. Para la noche del sábado y la mañana de hoy domingo, la oficina del clima de los Estados Unidos ha emitido una alerta de bajas temperaturas que, combinadas con el efecto del viento, alcanzarán en algunos lugares temperaturas aparentes de menos varias decenas de grados centígrados. Y todo esto, como nos consta, nos afecta aun a nosotros, que estamos colocados al sur del Trópico de Cáncer a considerable distancia de los fríos del ártico.

El clima extremo que está afectando a la costa este de los Estados Unidos pareciera contradecir al proceso de calentamiento global que está afectando al planeta. De hecho, en un tuit del pasado 28 de diciembre, el presidente de los Estados Unidos sugirió que, para enfrentar el frío, la costa este de los Estados Unidos pudiera hacer uso de un poco del buen calentamiento global por el que “nuestro país, pero no otros, va a pagar trillones de dólares como protección”.

En realidad, de acuerdo con los expertos, el calentamiento global y los inviernos crudos que se han dado en los últimos decenios, tanto en el norte del continente americano como en Europa y Asia, están relacionados entre si, aunque no se entiende en su totalidad el mecanismo que los liga, mismo que es motivo de investigaciones por parte de los meteorólogos. En efecto, a manera de ejemplo, se puede mencionar que dicho mecanismo se discute en un artículo publicado el pasado mes de septiembre en la revista “Bulletin of the American Meteorological Society” por un grupo internacional de investigadores encabezado por Marlene Kretschmer del “Potsdam Institute for Climate Impact Research”, Alemania.

Como sabemos, los descensos de temperatura en las zonas templadas del hemisferio norte están provocados por el flujo de aire polar hacia dichas zonas. De acuerdo con Kretschmer y colaboradores, por otro lado, la corriente polar de chorro que circula en la parte norte de nuestro hemisferio sirve como una barrera de contención para el flujo de aire ártico hacia el sur. Dicha corriente, sin embargo, se debilita en la medida en que la temperatura del Polo Norte se eleva, que es precisamente lo está provocando el calentamiento global a una velocidad acelerada.

Podemos mencionar, además, que si bien dicho calentamiento ha sido el resultado de la emisión descontrolada de gases de invernadero, las regiones polares mismas están contribuyendo activamente a incrementar la cantidad de radiación solar retenida por la Tierra; esto, en la medida en que se ha reducido la fracción de su superficie cubierta por el hielo. Es decir, dado que una superficie con hielo refleja la mayor parte de la radiación solar que incide sobre ella, a medida que disminuyen los hielos polares se disminuye la cantidad de radiación que es remitida al espacio y en consecuencia la cantidad que es absorbida por la Tierra.

El estudio de Kretschmer y colaboradores, sin embargo, se refiere a los descensos de temperatura que se han observado en las partes norte de Asia y Europa y más investigaciones son necesarias para averiguar si el mecanismo que han encontrado para explicar los inviernos fríos en dichos continentes es igualmente adecuado para explicar la onda de frío que actualmente azota al norte del continente americano.

De un modo u otro, sin embargo, a través de los resultados de Kretschmer y colaboradores es posible entender algo que a los profanos nos parece un contrasentido. Es decir, que un proceso de calentamiento, que es indiscutible está ocurriendo a nivel global y de manera más marcada en la regiones polares, puede originar una onda de frío polar. Aprendemos, también, que el clima de la Tierra es algo extremadamente complicado de entender y que para este propósito nuestro sentido común tiene severas limitaciones. Para alguien no experto en cuestiones climáticas es entonces riesgoso emitir opiniones al respecto.

Ciertamente, lo es aun si estas opiniones fueran interesadas, como es el caso de aquellas que apuntan a la conveniencia de hacer uso de un poco del calentamiento global para calentar el clima de la costa este de los Estados Unidos. Que esto último es así lo prueba el hecho de haber escogido para comentar las condiciones climáticas por las que está atravesando la costa este de los Estados Unidos. Es decir, de haber escogido el clima actual de la costa oeste de ese país, que esta experimentando temperaturas por arriba de lo usual, se habría llegado justo a la conclusión opuesta.

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