El primer laboratorio científico de la historia

Proyectos de altura para 2020



Durante el máximo acercamiento de Marte a la Tierra ocurrido en 1894, varios observatorios a lo largo del mundo detectaron un destello de gran intensidad en la superficie marciana. El público en general se enteró del acontecimiento por una nota publicada el 2 de agosto en la revista “Nature”. En esos momentos no se sabía, pero dicho destello fue producto de una explosión y marcó el inicio de la invasión de la Tierra por los marcianos.

Lo anterior es narrado por el escritor británico H.G. Wells en su novela “La guerra de los mundos” publicada en el año 1898. Quien haya leído esta novela, de la cual existen versiones para el cine y la televisión, sabrá que los marcianos llegaron a la Tierra a bordo de cápsulas lanzadas desde la superficie de Marte por medio de una especie de cañón. Una vez en nuestro planeta, los marcianos, que venían en plan de conquistadores, desplegaron enormes máquinas de tres patas que lanzaban mortíferos rayos de calor, ocasionando gran destrucción y pánico entre la población.

Los marcianos y sus máquinas resultaban invencibles con las armas de que disponían los terrícolas. No obstante, y para nuestra fortuna, fueron derrotados al final por un enemigo inesperado: los microbios terrestres para los cuales no tenían defensas.

Hoy en día sabemos que en caso de existir vida en Marte ésta será microbiana y de ninguna manera inteligente. Así, los hechos relatados por “La guerra de los mundos” tuvieron muy pocas probabilidades de ser reales.

Sin duda, la ausencia de vida inteligente en Marte disminuye en cierto grado nuestra fascinación por el planeta. No la anula, sin embargo, y Marte sigue siendo unos de los blancos favoritos de las agencias espaciales. En efecto, como lo apunta la revista británica “Nature” -la misma que habría publicado la nota sobre las explosiones avistadas en la superficie de Marte en 1894-, en el año que se avecina se llevará a cabo una invasión a Marte por naves terrestres enviadas desde la superficie de nuestro planeta. Las naves serán lanzadas por la NASA, por la agencia espacial europea en combinación con la agencia espacial rusa, por la agencia espacial china, e incluso, por la agencia espacial de los Emiratos Árabes Unidos.

La NASA lanzará en julio-agosto de 2020 la misión “Marte 2020” que, a un costo de 2,500 millones de dólares, colocará un explorador en la superficie de Marte en febrero de 2021. El explorador tiene la misma apariencia que el anterior explorador “Curiosity” pero con instrumentos científicos enteramente diferentes. Tendrá el tamaño de un automóvil compacto y un peso de una tonelada. El propósito de la misión es llevar a cabo estudios geológicos del planeta, lo mismo que estudios de astrobiología para detectar la presencia de moléculas orgánicas y determinar la posibilidad de que Marte haya albergado vida en un pasado remoto. El explorador tomará, asimismo, muestras del material marciano que guardará en cilindros metálicos. Dicho material sería traído a la Tierra para su estudio, en un momento y por medio de una misión que todavía no está definida.

La agencia espacial europea, en conjunción con la agencia espacial rusa planean lanzar en 2020 la misión “ExoMars” que colocará también un robot explorador sobre la superficie de Marte. Dicho explorador cuenta con un brazo para perforar la superficie del planeta hasta una profundidad de 2 metros, con el propósito de obtener muestras del suelo marciano e investigar la existencia de marcadores biológicos que indiquen la presencia en el planeta de vida presente o pasada.

De manera adicional, China tiene planeado lanzar a mediados de 2020 la misión “Huoxing 1”, que colocará un orbitador alrededor de Marte y hará descender a su superficie un robot explorador de unos 200 kilogramos de peso. Como objetivos científicos, la misión Huoxing 1 buscará materiales orgánicos que indiquen la presencia presente o pasada de vida en Marte.

Las misiones anteriores que serán iniciadas en 2020 y pretenden colocar robots exploradores en la superficie marciana, serán complementadas por la misión “Hope” de los Emiratos Árabes Unidos, la cual busca insertar un orbitador alrededor de Marte. La misión “Hope” será lanzada desde Japón, y tendrá como objetivo estudiar la atmósfera marciana.

Por todo lo anterior, podemos concluir que el año 2020 que se avecina será particularmente rico en iniciativas para estudiar al planeta Marte. Así, en el remotísimo caso de que hubiera astrónomos marcianos apuntando sus telescopios hacia la Tierra, podrían observar a lo largo de 2020 una serie de destellos en la superficie de nuestro planeta -la ignición del combustible del motor de los cohetes con destino a Marte- que serían indicativos de una invasión a su planeta. Un escritor marciano tendría así la oportunidad escribir, no una novela de ficción, sino la crónica de la invasión. La cual, para fortuna de los marcianos, y dadas las enormes dificultades para llegar hasta allá, tendría que ser pacífica por necesidad. Al menos por lo pronto. Más adelante no habría garantía.

De un modo u otro, habría que desear a todos, terrícolas y marcianos por si fuera el caso, un muy feliz año 2020.

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