Lo anterior viene a colación por un artículo aparecido esta semana en la revista “Enviromental Science and Technology Letters”, en el que se reporta la detección de una fuga gigante de metano en la plataforma petrolera Zaap-C de Pemex estacionada en la sonda de Campeche. Dicho artículo fue publicado por un grupo de investigadores encabezado por Itziar Irakulis-Loitxate de la Universidad Politécnica de Valencia, España.
Pero vayamos por partes. Habría primeramente que recordar que, después del dióxido de carbono, el metano es el gas de invernadero más importante. En efecto, si bien tiene un tiempo de residencia en la atmósfera sensiblemente menor que el correspondiente tiempo del dióxido de carbono, se estima que el metano es un gas de invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono en un periodo de 20 años. Se estima, además, que el metano es el responsable del 20 por ciento del calentamiento global que sufre el planeta.
Por otro lado, habría también que recordar que en los campos petrolíferos se da la práctica de quemar el gas natural -mayormente metano- que se libera durante la extracción de petróleo. Esta práctica es muy criticada por llevar a una pérdida de recursos energéticos, además de que genera dióxido de carbono que se emite a la atmósfera. Se mantiene, no obstante, por razones económicas.
Por lo demás, se estima que la industria del petróleo y el gas es responsable de alrededor del 30 por ciento de las emisiones de metano a la atmósfera y en este sentido preocupan a los especialistas los llamados eventos de ultra emisión, durante los cuales se liberan grandes cantidades de este gas. Estos eventos ocurren de manera esporádica, por accidente o de manera intencional por razones de mantenimiento de las instalaciones. En este escenario, los expertos consideran que es indispensable llevar un monitoreo de los campos petrolíferos para detectar ultra emisiones de metano, para lo que existen varias posibilidades. Una de éstas hace uso de fotografías satelitales.
¿Cómo puede una imagen de satélite indicar la presencia de emisiones de metano? Para entenderlo, habría primeramente que considerar que las imágenes a emplear no son tomadas utilizando luz visible, sino con “luz” infrarroja, que es invisible para nosotros. Habría también que tomar en cuenta que el metano absorbe mayormente luz infrarroja con ciertos “colores que le son particulares, mismos que constituyen su huella distintiva. Tomando todo esto en cuenta, por medio de fotografías tomadas empleando luz infrarroja con los “colores” para los cuales el metano es absorbente, es posible deducir la presencia de una columna de metano por su silueta impresa en la fotografía.
Irakulis-Loitxate y colaboradores emplearon fotografías infrarrojas tomadas por dos satélites empleando la luz solar infrarroja reflejada por la superficie del mar, a partir de las cuales pudieron detectar que hubo tres ultra emisiones gigantes de metano en la plataforma Zaap-C los días 8, 18 y 24 de diciembre 2021. Averiguaron también que en el periodo entre el 8 y el 27 de diciembre la quema del gas natural asociado al petróleo, que es una práctica corriente en dicha plataforma, se suspendió la mayor parte del tiempo. Encontraron así una coincidencia temporal entre la suspensión de la quema de gas y la ocurrencia de ultra emisiones de metano, lo que los lleva a concluir que, ambos eventos están relacionados y que “….este evento de ultra emisión -que está probablemente relacionado con condiciones anormales del proceso en el sitio, por ejemplo, fallas en el funcionamiento o problemas con el equipo, y que ha resultado que en una cantidad sustancial de gas ventilado a través de la columna- es un incidente único y con la duración más larga desde la actividad de la quema de gas comenzó en esta plataforma”.
Por nuestra parte, podemos quizá concluir que la existencia de cámaras fotográficas no solamente nos ha robado privacidad -en un sentido amplio del término- sino que también es capaz de dar una difusión amplia a eventos que de otro modo hubieran sido menos conocidos. Claro que las cámaras fotográficas con que cuentan nuestros teléfonos móviles son considerablemente más simples que las cámaras infrarrojas satelitales. Fuera de esto, no obstante, juegan un papel similar en cuanto a la pérdida de privacidad.
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