El primer laboratorio científico de la historia

Límites planetarios



Se dice que los males nunca vienen solos, y esto es sin duda válido en cuanto a los males que aquejan al planeta Tierra. En efecto, como sabemos, nuestro planeta está sufriendo un problema climático por la alta y creciente concentración de gases de invernadero en la atmósfera, la cual se han incrementado 40 por ciento desde el inicio de la Revolución Industrial hace unos 250 años. Así mismo, hay pérdidas de biodiversidad, y problemas de contaminación del medio ambiente y de acidificación de los océanos, entre otras calamidades. Éstas no son independientes, sino que se encuentran ligadas entre sí de diversas formas.  Así, la contaminación por plásticos es producto de la actividad industrial, misma que es a su vez genera los gases de invernadero que son responsables de la acidificación de las aguas marinas.

En un artículo publicado en el año 2009 en la revista “Nature” por un grupo de investigadores encabezados por Johan Rockstrom de la Universidad de Estocolmo, se identifican nueve “fronteras planetarias” que no debieran ser transgredidas si hemos de preservar el medio ambiente del planeta, tal como ha prevalecido a lo largo de los últimos 10,000 años desde el fin de la última glaciación. Estas fronteras de refieren a problemas ambientales asociados con, el cambio climático, la emisión de aerosoles a la atmósfera, la pérdida de la biodiversidad, la acidificación de los océanos, el adelgazamiento de la capa de ozono en la estratósfera, la alteración de los ciclos del nitrógeno y el fósforo por la producción de fertilizantes, la contaminación ambiental por desechos químicos, los cambios en el uso del agua, y la transformación de hábitats naturales en áreas urbanas o agrícolas.

En el momento en que publicaron su artículo, Rockstrom y colaboradores concluyen que se habían ya transgredido las fronteras planetarias, asociadas a la concentración de gases de invernadero en la atmósfera, a la alteración del ciclo del nitrógeno, y a la pérdida de biodiversidad. En cuanto a la primera frontera, en el año 2009 la concentración de gases de invernadero había sobrepasado el límite propuesto: 25 por ciento por arriba de sus valores preindustriales. De manera similar, la remoción de nitrógeno de la atmósfera había sobrepasado por un factor de cuatro la frontera propuesta como segura. Según Rockstrom y colaboradores, el nitrógeno removido de la atmósfera termina en último término como un contaminante ambiental; por ejemplo, como óxidos de nitrógeno que constituyen gases de invernadero.

Con relación a la pérdida de biodiversidad, Rockstrom y colaboradores apuntan que ésta ha alcanzado un valor de 100 a 1000 veces más grande que el que podría esperarse de forma natural. Este valor no tiene precedente desde la última extinción masiva de especies ocurrida hace 65 millones de años. Según los autores del artículo, la principal causa de la pérdida de biodiversidad es la conversión de ecosistemas naturales en superficies urbanas o para uso agrícola.

El pasado 13 de septiembre apareció en la revista “Science Advances” una actualización del estudio original de Rockstrom y colaboradores. El nuevo artículo, en el que Rockstrom es coautor, lleva como autor principal a Katherine Richardson, de la Universidad de Copenhague. De acuerdo con dicho artículo, a 14 años de distancia del estudio original, el número de fronteras planetarias transgredidas creció de tres a seis, de modo tal que las únicas fronteras que no han sido superadas son las referentes a la acidificación de los océanos, a la concentración de aerosoles en la atmósfera y al nivel de ozono en la estratósfera. La acidificación del mar, sin embargo, está a punto de alcanzar su frontera, mientras que la concentración de aerosoles atmosféricos excede regionalmente su frontera en algunos casos. Además, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación con nitrógeno, incrementaron su nivel de transgresión con respecto al observado en 2009.

En estas condiciones, Richardson y colaboradores concluyen que la transgresión de seis de nueve fronteras planetarias, “sugiere que la Tierra está ahora muy fuera del espacio operativo seguro para la humanidad”…. y que, “hay una necesidad urgente de herramientas científicas y políticas más poderosas para analizar todo el sistema terrestre integrado con confiabilidad y regularidad y orientar los procesos políticos para evitar alterar el estado del sistema terrestre más allá de niveles tolerables para las sociedades actuales”.

Así, podríamos concluir diciendo que, efectivamente, los problemas no vienen solos y que el cambio climático está acompañado por una serie de calamidades que incluyen la pérdida de biodiversidad, la acidificación de los océanos y la contaminación del medio ambiente por diversos agentes, entre otras. Y que todas estas calamidades, además, están conectadas unas con otras.

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