El meteorito era, ciertamente, parte del paisaje y de la vida de la comunidad local. Como escribe Ali Egeh, de la Universidad Nacional de Somalia, en un artículo publicado el pasado mes de junio en la revista “Meteoritics and Planetary Sciences: “La gente dice que, al atardecer, Shiid-birood tiene la apariencia de un caballo, y es conocido que los niños juegan con él, simulando que cabalgan montados en su lomo”. El meteorito ha sido también usado por la población local como materia prima para fabricar objetos metálicos, e incluso como piedra para afilar cuchillos.
Shiid-birood, sin embargo, no es ya parte de la comunidad de El Alí, pues desapareció en febrero de 2020; para más precisión, fue robado por la organización terrorista “al-Shabaab” y vendido a la compañía minera somalí Kureym Mininig and Rocks. El meteorito habría sido posteriormente llevado de contrabando a China con la complicidad del gobierno somalí. El episodio del robo está relatado en el artículo intitulado; “El sórdido misterio de un meteorito somalí introducido a China de contrabando”, publicado en la revista de divulgación científica “Scientific American” el pasado mes de septiembre y firmado por Dan Vergano.
Pudiera sorprender que un meteorito de 15 toneladas sea objeto de un robo. Ciertamente, habría que señalar que Shiid-birood tiene una importancia científica considerable, pues análisis químicos de una muestra del meteorito, llevados a cabo en la Universidad de Alberta, Canadá y en el Instituto Tecnológico de California, demostraron que contiene tres compuestos químicos que no se han encontrado en la Tierra, en forma natural, los cuales habrían sido resultado de las condiciones particulares que dieron origen a Shiid-birood en el cinturón de asteroides. El interés científico, sin embargo, no sería razón suficiente para el robo del meteorito, que se llevó a cabo con una violencia extrema y un gran número de víctimas mortales. De hecho, los análisis químicos de las muestras del meteorito se llevaron a cabo con posterioridad al robo del mismo.
En realidad, el Shiid-birood tiene un gran valor comercial, dado que existe un mercado para meteoritos entre coleccionistas, museos, casas de subastas e inversionistas. Los precios más altos corresponden a los meteoritos que provienen de la Luna y de Marte, y en ese sentido el récord lo tiene el meteorito marciano conocido como NWA 16788 de 25 kilogramos, vendido en subasta en julio de 2025 por 5.3 millones de dólares; esto es, más de 200 dólares por gramo.
El precio del meteorito de El Ali no alcanzaría por gramo lo que se pagó por el meteorito marciano NWA 16788. Pero aun así, dado su tamaño, su valor comercial alcanza un valor considerable. De este modo, según el artículo de “Scientific American” citado anteriormente, la organización terrorista “al-Shabaab” habría vendido el meteorito a la compañía Kureym en $264,000 dólares. Y en estos momentos, cuando el meteorito supuestamente se encuentra ya en China, la compañía lo está ofertando en 200 dólares por kilogramo, o en 3.2 millones de dólares por la pieza entera.
Sin embargo, dadas las circunstancias oscuras que rodean al meteorito de El Alí y su traslado fuera de Somalia, su ubicación exacta y su estado actual son inciertos. Según Dan Vergano: “En diciembre de 2022, el meteorito se encontraba dentro de un contenedor de transporte en un barco atracado en Mogadiscio, la capital de Somalia, según un video grabado con un teléfono móvil. Posteriormente, en mayo de 2023, se grabó un video inestable que confirmaba la llegada del meteorito a China, aún en circunstancias misteriosas. En dicho video, una persona habla en somalí y otra muestra un teléfono con escritura china frente al meteorito. Los informes más recientes de los vendedores y de los científicos que siguen el mercado de meteoritos sugieren que el meteorito se encuentra almacenado en Yiwu, una ciudad de tamaño medio en la provincia china de Zhejiang”.
A pesar de lo anterior, menciona Vergano que no hay claridad, ni en el estatus legal del meteorito, ni en los planes que tenga la compañía Kureyn. Dada la exposición mediática que ha tenido el caso, y la falta de documentos legales en poder del vendedor, lo que impide la venta del meteorito a instituciones internacionales, éste podría ser despedazado y vendido en pequeños fragmentos. O bien, podría ser vendido al gobierno somalí, que es el único que podría legalizar la transacción.
De un modo u otro, tal pareciera que los niños de El Alí se quedarán por lo pronto sin caballo para montar, y la comunidad entera sin un símbolo de identidad. Además de tener que buscar otra piedra para afilar cuchillos.

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