El primer laboratorio científico de la historia

Cómputo Distribuido



En el año de 1965 se estrenó la película 2001 Odisea del Espacio, dirigida por Stanley Kubrick y basada en la novela homónima de Arthur C. Clarke. La película trata de una misión tripulada a Júpiter en una nave controlada por una computadora -de nombre HAL- con capacidad de raciocinio. Durante el viaje, la computadora se rebela y da muerte a todos los pasajeros con la excepción de uno, que finalmente logra desconectarla y salvar la misión.

En la visión de Clarke en la década de los sesentas, el desarrollo de las computadoras produciría máquinas con una capacidad creciente de cómputo que eventualmente llevaría a la construcción de una computadora inteligente. Aunque se está aún lejos de construir una máquina con la capacidad imaginada por Clarke, se han dado grandes pasos en esta dirección. Así, tenemos que en el año de 1997 la computadora Deep Blue construida por la compañía IBM, fue capaz de vencer al entonces campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov y que once años después, Roadrunner -la supercomputadora más rápida existente, instalada en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, Nuevo México- alcanza una velocidad de cómputo unas 100,000 veces superior a la de Deep Blue. Es pues esperable que en los años por venir el desarrollo de estas máquinas alcance los niveles imaginados por Clarke.

Por otro lado, un desarrollo que no pudo ser previsto por este autor fue el de la computadora personal, que llevó a la computación por un camino paralelo al de las grandes supercomputadoras con resultados igualmente impactantes. El bajo costo de las computadoras personales, de las cuales se estima que existen unos mil millones a nivel global, ha hecho posible que una gran proporción de la población mundial tenga acceso a las mismas con un enorme impacto económico y social. Este impacto, además, ha sido grandemente magnificado por el hecho de que la gran mayoría de dichas computadoras se encuentran enlazadas por la red Internet de comunicaciones. Así, en la actualidad cualquier persona con acceso a una computadora puede comunicarse a cualquier parte del mundo, leer el periódico en el país que elija o tener acceso a Wikipedia, en donde encontrará información sobre virtualmente cualquier tema que se le ocurra.

La existencia de una red de computadoras a nivel mundial unidas por la Internet, ha dado origen a una aplicación de la tecnología del Cómputo distribuido, que tiene como objetivo la organización de computadoras localizadas en lugares distantes para la realización de una determinada tarea de cómputo en forma conjunta. Esta idea resulta particularmente atractiva si pensamos que prácticamente todas las computadoras personales están inactivas la mayor parte del tiempo –por ejemplo durante la noche- y que estarían disponibles para su uso en forma remota. En números redondos y para ciertas aplicaciones, las computadoras personales existentes tienen una capacidad potencial de cómputo conjunta que es unas 1000 veces mayor a la de Roadrunner.

En realidad existen ya aplicaciones del cómputo distribuido. El ejemplo prototípico es el proyecto SETI –siglas en inglés de Búsqueda de Inteligencia Extraterreste. Dicho proyecto tiene como objetivo la detección de posibles mensajes enviados por civilizaciones fuera del nuestro sistema solar. Para esto se escudriña el espacio de manera continua empleando el radiotelescopio gigante de Arecibo, Puero Rico, buscando señales de radio que pudieran ser interpretadas como originadas por seres inteligentes. Las señales del radiotelescopio son enviadas a la Universidad de California en Berkeley, la que a su vez las hace llegar vía Internet a un gran número de computadoras domésticas en todo el mundo para su análisis. Dada la enorme cantidad de datos recibidos, dicho análisis requiere de la ayuda de un gran número de computadoras voluntarias.

El proyecto SETI se realiza en una infraestructura de cómputo distribuido denominada BOINC –siglas en ingles de Infraestructura Abierta para Cómputo en Red de Berkeley- la cual es operada por la Universidad de California en Berkeley. BOINC involucra más de medio millón de computadoras con una capacidad de cómputo superior a la de Roadrunner. Además del proyecto SETI, BOINC esta llevando a cabo proyectos en áreas tan diversas como búsqueda de estrellas de neutrones, predicción del clima y diseño de proteínas.

La idea de organizar computadoras en localizaciones remotas para realizar una tarea conjunta es sin duda fascinante. En un futuro, en la medida que la tecnología del cómputo distribuido alcance un mayor grado de desarrollo y las capacidades de comunicación por Internet se multipliquen, veremos sin duda un crecimiento en número y diversidad de aplicaciones de dicha tecnología. La perspectiva a futuro es la realización de una supercomputadora global capaz de realizar tareas hasta ahora inimaginables.

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