El primer laboratorio científico de la historia

Litio en San Luís Potosí



A más de 3,600 metros de altura en el suroeste del altiplano boliviano, sobre una superficie de más de 10,000 kilometros cuadrados se extiende el Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del planeta. Debido a que se inunda de manera periódica y a que el agua disuelve cada vez la capa superior de sal, el Salar de Uyuni es extraordinariamente plano, teniendo variaciones de altura menores a un metro a lo largo de toda su superficie. Esta circunstancia lo ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de Bolivia.

Se estima que el Salar de Uyuni contiene unas 10,000 millones de toneladas de sal y grandes cantidades de potasio y manganeso. Su mayor riqueza mineral, sin embargo, son los 5 millones de toneladas de litio que yacen disueltos en agua, en forma de cloruro de litio, bajo la costra superficial de sal y que constituyen la mitad de las reservas mundiales de este metal según el United Sates Geological Survey.

Bolivia no es, sin embargo, el mayor productor de litio del mundo, lugar que le corresponde a Chile que cuenta con la segunda mayor reserva mundial de este mineral –Bolivia, de hecho, no ha iniciado aún la explotación de sus yacimientos. Chile contribuye con un 45 % a la producción mundial de litio que totaliza unas 27,000 toneladas por año. La producción chilena proviene del Salar de Atacama en el norte del País. Otros productores importantes son Australia, China y Argentina.

Si hemos de atender a noticias recientes, México podría ingresar al club de productores de litio en fecha próxima. En efecto, el 7 de octubre pasado el diario Imagen de Zacatecas publicó una entrevista con el geólogo Martín Sutti Courtade, director de la empresa minera zacatecana Piero Sutti, en la que afirma que esta empresa descubrió grandes yacimientos de litio en los municipios potosinos de Salinas y Villa de Ramos, y en los de Villa Hidalgo, Villa de Cos y Pánfilo Natera en Zacatecas, los cuales se contarían entre los más grandes del mundo. Aseguró también que la compañía Piero Sutti obtuvo una concesión minera para explotar yacimientos de litio en una superficie de unos 360 kilómetros cuadrados. Esta noticia fue posteriormente reproducida y ampliada por diversos medios nacionales y del extranjero.

Después del hidrógeno y el helio, el litio es el tercer elemento químico más ligero que existe en la naturaleza. Los primeros, no obstante, se presentan en forma gaseosa, de modo que el litio resulta ser el elemento sólido con el menor peso específico existente. El uso más importante que se da al litio hoy en día es en la fabricación de baterías –tanto recargables como desechables– para diversas aplicaciones, desde computadoras y teléfonos celulares, hasta automóviles eléctricos.

Dado que las industrias de las computadoras y los teléfonos celulares se encuentran en una fase de rápido crecimiento, la industria de las baterías recargables se está igualmente expandiendo. Otro ámbito en la que las baterías recargables de litio tienen un gran potencial de crecimiento es la industria de los automóviles eléctricos, los cuales requieren de baterías para almacenar energía eléctrica. En este respecto, la revista Forbes en su número del 24 de noviembre del pasado año llamó a Chile la “Arabia Saudita del litio”, en referencia a que los automóviles eléctricos bien pueden hacer del litio lo que los trasportes de gasolina hicieron del petróleo.

Es de esperarse que dados lo problemas de contaminación ambiental que los automóviles de combustión interna están generando, los vehículos eléctricos –y las baterías recargables, en consecuencia– jugarán un papel cada vez más importante en la industria del transporte. De confirmarse los hallazgos de litio en México, nuestro País estaría entonces bien situado como productor de una materia prima que tendrá una gran demanda en el futuro, de manera similar a como hoy lo está con respecto al petróleo.

Los reportes del hallazgo de litio en México, no obstante, son aún confusos. Se menciona en diversos medios, por ejemplo, que los yacimientos descubiertos son de los más grandes del mundo –incluso los más grandes– y que, según Sutti, por cada 10 metros de profundidad de excavación se podrán producir 80 millones de toneladas de litio, lo que es aproximadamente ocho veces las reservas mundiales. Todo esto en un área de 360 kilómetros cuadrados que es treinta veces menor que la del Salar de Uyuni.

Un factor adicional que habría que considerar es que los costos de producción de litio más bajos se obtienen a partir de materia prima en forma líquida, como es el caso del Salar de Uyuni y del Salar de Atacama en donde Chile obtiene su producción de litio. En el caso de los yacimientos de Zacatecas-San Luís Potosí la materia prima es aparentemente sólida, lo que incrementaría probablemente los costos de producción.

En las próximas semanas tendremos con seguridad un panorama más preciso sobre los hallazgos de litio en San Luís Potosí y Zacatecas. Esperemos que estos efectivamente se confirmen y México se convierta en productor de un material que con seguridad será estratégico en el futuro.

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