El primer laboratorio científico de la historia

Un día sin Internet



Aunque no han pasado aun dos décadas desde que la red Internet empezó a expandirse por el mundo, nuestra dependencia con respecto a la misma se ha vuelto crítica. Hoy en día, Internet se usa para una multitud de actividades que incluyen la realización de operaciones bancarias, el pago de impuestos, la compra de artículos a distancia, la comunicación personal y la búsqueda de información de todo tipo, por mencionar solamente algunos usos comunes de este moderno sistema de comunicación. Tanto nos hemos acostumbrado a la red Internet, que frecuentemente perdemos conciencia de cuanto hemos llegado a depender de ella. Los anterior, por supuesto, hasta el momento en que nos vemos privados de su uso por alguna razón, como sucedió en días recientes por efectos del ciclón Alex. El día que pasamos sin “red” nos da oportunidad de reflexionar sobre la Internet, uno de los desarrollos tecnológicos que más ha contribuido a cambiar el mundo.

La Internet tuvo su origen en la llamada red Arpanet –financiada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos– que en 1969 enlazó computadoras en cuatro universidades en California y Utah para la transmisión de datos. No fue, sin embargo, hasta el año de 1991 –cuando se creó la “World Wide Web” – que Internet empezó a funcionar tal como la conocemos ahora. Para esto fue necesario, entre otras cosas, que el precio de las computadoras bajara lo suficiente para que su uso se extendiera entre la población en general, lo que ocurrió en la década de los años ochenta.

Entre otras cosas, la red Internet ha revolucionado las comunicaciones a distancia y ha hecho al mundo más pequeño, de modo que hoy en día es posible establecer contacto de manera prácticamente instantánea y a un costo reducido con personas incluso en otros continentes. Es igualmente posible accesar la versión electrónica de periódicos de buena parte del mundo, con las últimas informaciones locales. Todo esto era impensable hasta hace muy pocos años

Otra revolución que nos ha traído Internet –una de las más significativas– se ha dado en el campo de la diseminación del conocimiento. Esto con la aparición de los bancos de información “wiki”, ejemplificados por la enciclopedia electrónica Wikipedia. Esta enciclopedia, según su página web, acumula hoy en día más de tres millones de artículos en inglés de los más diversos temas, los cuales pueden ser consultados de manera gratuita.

Cualquier persona puede contribuir a la Wikipedia, ya sea modificando el contenido de un determinado artículo o bien creando otro nuevo. En contraste con una enciclopedia tradicional –por ejemplo la Enciclopedia Británica–, el autor de un artículo en la Wikipedia no necesita ser un experto en el tema a tratar. Además, los artículos en esta enciclopedia no pueden referirse a temas de investigación, sino que deben corresponder a conocimiento previo que pueda ser validado.

La estructura abierta de la Wikipedia la hace vulnerable a la posibilidad de que un determinado autor introduzca información falsa o poco precisa, ya sea por error, por desconocimiento, o incluso deliberadamente como un acto vandálico. Esto la ha hecho blanco de críticas por parte de aquellos que la consideran una fuente de información poco confiable. No obstante –como algo intrínseco a la apertura de la Wikipedia–, se tiene que un artículo publicado en la misma está sujeto a un proceso de modificación continua por parte de aquellos autores que consideran que contiene errores. Esto presumiblemente lleva a la eliminación de dichos errores.

Los defensores de la Wikipedia hablan incluso de un proceso de evolución “darwikiniano” –análogo al darwinismo social– por medio de la cual un artículo publicado en la Wikipedia sufre mejoras continuas que llevan a la eliminación de aquellos errores que pudiera contener. De este modo, entre más tiempo haya permanecido un determinado artículo en la Wikipedia sin sufrir modificaciones, mas confiable será su contenido. Se hace notar, por otro lado, que en un estudio publicado en la revista “Nature” en el año de 2005 se encontró que en realidad la Wikipedia es solamente un poco menos precisa que la Enciclopedia Británica, la cual también contiene errores.

A pesar de las dudas razonables sobre la precisión de la información contenida en la Wikipedia –que aconsejan su uso de manera cuidadosa– cualquiera que la haya usado puede constatar su utilidad, al menos como una primera aproximación al tema. Una característica de los artículos publicados en la Wikipedia es que contienen referencias con vínculos a otras páginas –incluso originales, aunque no en todos los casos– que pueden ser consultados de manera inmediata. De este modo, la rapidez con la que la Wikipedia nos puede introducir a un determinado tema, incluyendo la consulta inmediata de sus fuentes de información es algo que no tiene precedentes.

Internet tiene tantas ventajas que rápidamente la hemos adoptado y hecho parte de nuestra vida diaria –a lo bueno nos acostumbramos rápido–. Por lo mismo, la Internet ha “desaparecido” de nuestra vista, dándose a notar solamente cuando efectivamente desaparece, como sucedió en días pasados.

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