El primer laboratorio científico de la historia

Watson



Las computadoras en su infancia sufrían de una suerte de autismo severo que, por un lado, las hacía extraordinariamente eficientes para la realización de tareas tales como las de sumar o multiplicar números extremadamente grandes a una enorme velocidad, mientras que, por otro lado, eran incapaces de realizar tareas que el cerebro humano lleva a cabo de manera rutinaria. Como explicaba mi profesor de computación hace ya casi 40 años: si quieren que una computadora haga algo para ustedes, deben darle instrucciones precisas; así, si le piden que –de manera figurada– se beba el contenido de una botella, tienen que indicarle primero que le quite el corcho, pues de otra manera intentará tomársela tapada. En contraste, sin necesidad de que le sea explícitamente indicado, una persona normal entendería que no podría beber de una botella sin destaparla –a menos que, por ejemplo, haya recibido un fuerte golpe en la cabeza o se encuentre de alguna manera en estado inconveniente, en cuyo caso el cerebro no funcionaría de la manera apropiada.

Aunque las computadoras no se han hecho inteligentes a la velocidad a la que hace medio siglo se pronosticaba que lo harìan, si han avanzado un largo trecho. Así, en el año de 1996 en un encuentro de ajedrez a seis juegos, la computadora “Deep Blue” de la compañía IBM venció en la partida inicial al entonces campeón mundial Garry Kasparov, aunque después el campeón le ganó tres juegos a la computadora y resultó vencedor al final. Al año siguiente, no obstante, “Deep Blue” hizo historia y venció apretadamente a Kasparov en un segundo encuentro. Las computadoras de este modo invadieron un terreno que hasta entonces había estado reservado al cerebro humano.

Durante los últimos tres años, IBM ha estado trabajando en un proyecto que ha dejado corto a “Deep Blue”: el desarrollo de Watson, una computadora que sería capaz de participar con éxito en el programa de concursos por televisión “Jeopardy!”. Este popular concurso de la televisión norteamericana enfrenta a tres participantes, a los cuales se les hacen preguntas sobre diferentes temas, teniendo la opción de ofrecer una respuesta apretando un timbre –la oportunidad le es dada a aquel participante que lo aprieta primero–. Las preguntas se hacen en la forma de una respuesta –por ejemplo, “Este platillo mexicano está hecho de carne y vegetales cubiertos de masa y envueltos en una hoja de maíz”–, mientras que las respuestas tienen que expresarse en la forma de una pregunta –“¿Qué es un tamal?” –. Cada respuesta exitosa implica una ganancia monetaria para el participante, que se convierte en pérdida si por el contrario es incorrecta.

De acuerdo a información publicada en su portal, la compañía IBM está convencida de que Watson ha alcanzado un desarrollo tal que tiene posibilidades de participar de manera exitosa en “Jeopardy!”, y tiene planeado llevarla a concursar en el programa televisivo en algún momento en lo que resta del año

Para tener éxito en “Jeopardy!”, un participante requiere no sólo tener acumulada en su cerebro –natural o artificial– una gran cantidad de información sobre numerosos temas –Watson tiene almacenados en su memoria decenas de millones de documentos–, sino que, además es necesario tener la capacidad de procesarla a una gran velocidad. En particular, el participante tiene que decidir en una fracción de segundo si podría ofrecer una respuesta correcta a la pregunta en turno, ya que una respuesta incorrecta le significa una pérdida monetaria. Para una computadora, además, el concurso “Jeopardy!” presenta el reto de entender preguntas expresadas en lenguaje común, con todas sus ambigüedades y falta de precisión, e incluso en algunos casos con juegos de palabras que tienen que ser interpretados en base a un cierto contexto. Estas son habilidades propias del cerebro humano en las que las computadoras no destacan de manera particular.

Adicionalmente, un punto clave durante el concurso es que antes de apretar el botón de timbre para dar una respuesta, el participante tiene que estar razonablemente seguro de que la que va a ofrecer es la correcta; esto con el objeto de evitar penalizaciones. Para hacer esta evaluación, Watson hace un análisis de todas las sus posibles respuestas, escogiendo, en su caso, la que tiene más alta probabilidad de ser cierta.

De acuerdo a información publicada en su portal, IBM tiene planeado llevar a la computadora Watson al concurso “Jeopardy” en algún momento en lo que resta de año. Para prepararla, ha realizado concursos de prueba en sus instalaciones en Nueva York, invitando a antiguos participantes en dicho concurso. El autor Clive Thomson, en un artículo publicado el pasado 10 de julio en el magazine dominical del periódico “The New York Times”, menciona que Watson ha tenido un desempeño notable en los concursos de prueba derrotando a sus oponentes.

De llevarse a cabo, durante el concurso “Jeopardy” Watson tendrá una ventaja sobre sus oponentes humanos: no se pondrá nerviosa ni tendrá problemas emocionales. Así, aún en el caso de que derrote a sus adversarios, seguirá siendo una máquina relativamente poco compleja

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