El primer laboratorio científico de la historia

Trabajo y estado de ánimo



¿A qué hora del día está una persona de mejor humor? ¿Hay algún día de la semana o estación del año en el que haya un mayor entusiasmo por ir al trabajo? Scott Golder y Michael Macy, sociólogos de la Universidad Cornell en los Estados Unidos buscaron respuestas a preguntas como éstas mediante el estudio de millones de mensajes enviados a través de la red social Twitter. Los resultados de dicho estudio fueron publicados el pasado jueves en la revista “Science”.

En los últimos años hemos sido testigos de la extremadamente rápida expansión de las llamadas redes sociales. Facebook, por ejemplo, alcanzó este mes los 800 millones de usuarios registrados; es decir, más del 10 % de la población del mundo. Dado su carácter masivo, las redes sociales constituyen para los sociólogos un medio de valor inestimable para acceder a millones de personas de diferentes culturas a lo largo y ancho del mundo.

Twitter, en particular, permite a sus usuarios el envío de textos cortos de no más de 140 caracteres en los que se incluye de manera implícita información personal del remitente. Durante su estudio, Golder y Macy analizaron 500 millones de estos textos –enviados por 2.5 millones de personas en 84 países a lo largo de dos años– en busca de palabras que reflejaran su estado de ánimo. Dado que se conoce el momento preciso en que los mensajes fueron enviados, fue posible determinar el cambio de estado de ánimo colectivo a lo largo del día, de una semana e incluso a lo largo de todo un año.

Para tal propósito, los investigadores emplearon un programa de computadora que analiza textos y busca palabras que revelen emociones positivas, tales como entusiasmo o placer. Para cuantificar el estado de ánimo de una persona en particular en un momento dado, dividieron el número de palabras de este tipo que aparecieron en su mensaje por el número total de palabras contenidas en el mismo.

Los resultados que arrojó el estudio son a la vez interesantes y esperables. Se encuentra, por ejemplo, que los días de mejor ánimo son los sábados y domingos, que son precisamente los días en los que no se trabaja, lo que, por supuesto, no resulta sorprendente.

En contraste –lo que no resulta tampoco sorprendente–, según Golder y Macy el estado de ánimo positivo baja sensiblemente el lunes –al regresar a trabajar– y lo hace todavía más el martes, que es el peor día de la semana en este respecto, posiblemente por la lejanía del sábado. A partir del martes y ante la perspectiva de un fin de semana cada vez más cercano, el estado de ánimo positivo sube gradualmente.

En referencia a nuestro país y de acuerdo a la costumbre –en algunos casos– de hacer “san lunes”, en primera instancia hubiéramos esperado que el día menos favorable para el trabajo fuera precisamente el lunes y no el martes como encuentran Golder y Macy. Es posible, sin embargo, que el factor determinante en México para no asistir al trabajo al iniciar la semana no sea un pobre estado emotivo sino alguna otra indisposición resultado de los días de descanso.

Golder y Macy encuentran, además, que el estado de ánimo positivo varía a lo largo del día. Así, éste es alto durante las primeras horas de la mañana, baja gradualmente conforme avanza el día alcanzando su mínimo durante la tarde, y vuelve a ser alto en horas de la noche. Se encontró también que, en comparación con los días de trabajo, durante sábados y domingos el máximo de estado de ánimo positivo durante la mañana ocurre unos dos horas más tarde, como consecuencia de que en los fines de semana se alarga el periodo de sueño.

Las variaciones de estado de ánimo a lo largo del día ocurren tanto en los días de trabajo como en sábados y domingos, lo que indica que no son debidos a presiones laborales, y por el contrario siguen al ritmo circadiano y al periodo de sueño.

La obligación de ir al trabajo, en cambio, si sería la causa de las variaciones de ánimo observados durante la semana. Esto se confirma por el hecho de que en los Emiratos Árabes Unidos, en donde la semana de trabajo empieza el domingo y termina el jueves, los días con estados de ánimo altos son viernes y sábado, en lugar de sábado y domingo. Golder y Macy muestran, además, que estamos ante un fenómeno universal: datos para cuatro regiones del mundo, Estados Unidos-Canadá, Gran Bretaña-Australia, India y el África de habla inglesa, indican que sus habitantes experimentan cambios similares de estado de ánimo a lo largo de la semana.

De acuerdo a lo anterior, México, en donde tenemos a lo largo del año varios periodos vacacionales y “puentes”, incluyendo el ya tradicional “Guadalupe-Reyes”, podría ser uno de los países más felices del mundo.

Esto posiblemente sería cierto si no fuera porque el trabajo resulta un ingrediente indispensable si hemos de generar riqueza y alcanzar un mejor nivel de vida.

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