El primer laboratorio científico de la historia

Un caso de evolución acelerada



Si usted vivió su adolescencia en los años sesenta posiblemente reconozca de inmediato al escucharlas algunas de las canciones que hicieron famosos a los Beatles. Entre estas tenemos a “Quieres Saber un Secreto”, “La noche de un Día Difícil”, “Help!” y “Yesterday”, por mencionar sólo algunas de las más conocidas. El sonido que inventaron los Beatles es ciertamente muy característico y fácilmente reconocible, sobre todo el de su primera época.

Sabemos que los Beatles cambiaron su música de manera marcada durante su corta carrera de menos de una década de duración. Que el cambio musical que experimentaron los Beatles a lo largo de su existencia fue verdaderamente radical lo podemos fácilmente comprobar comparando canciones de su primer álbum “Please Please Me”, con algunas del periodo “psicodélico” de la segunda mitad de la década de los sesenta –“Magical Mistery Tour”, por ejemplo.

Y sin embargo, si bien la distancia musical que alcanzaron los Beatles entre el primero y último álbum es considerable, entre dos álbumes sucesivos esta distancia es relativamente pequeña y difícil de apreciar para el común de los mortales. Así, a menos que uno sea un experto musical o un fanático de los Beatles, tendríamos problemas para decidir a partir de solo escucharlas cuál de las dos canciones “Quieres Saber un Secreto” o “La Noche de un Día Difícil” apareció primero. Investigando un poco encontramos que la primera canción forma parte del primer álbum de los Beatles “Please, Please Me” publicado en marzo de 1963, mientras que la segunda está incluida en el álbum del mismo nombre lanzado 16 meses después, en julio de 1964.

En este contexto, resulta interesante el artículo publicado en el número de agosto de la revista “Pattern Recognition Letters” en el que se reporta un análisis por computadora de la música de varios grupos de rock, incluidos los Beatles, Queen, ABBA y U2. Los autores de dicho artículo son Joe George y Lior Shamir de “Lawrence Technological University” en Southfield, Michigan, en los Estados Unidos.

El objetivo de George y Shamir fue el desarrollo de un programa de cómputo que permitiera analizar sin supervisión humana las similitudes entre álbumes producidos por un grupo de música popular. Para este propósito, descompusieron los sonidos de las piezas musical estudiadas en sus diferentes frecuencias –desde las más graves hasta las más agudas– y elaboraron “mapas” de dos dimensiones en la pantalla de la computadora, las cuales mostraron como cambiaba cada una de estas frecuencias conforme se reproducía la canción.

De este modo, los investigadores tuvieron una “imagen” de la pieza musical bajo estudio y el análisis musical de la misma se convirtió en un ejercicio de análisis de imágenes llevado a cabo por la computadora.

En el caso de la música de los Beatles, George y Shamir analizaron los 13 álbumes publicados por el grupo, desde “Please Please Me” hasta “Let It Be”, lanzado este último en mayo de 1970. Basado en las características estudiadas, la computadora pudo determinar de manera correcta a cual álbum pertenece una determinada pieza en un 30% de los casos. Esto es relevante, pues si la computadora hubiera escogido un álbum enteramente al azar, habría acertado solamente en el 7.7% de los casos –puesto que había 13 opciones para escoger.

La computadora fue también capaz de ordenar cronológicamente de manera correcta, excepto en un caso, los 13 álbumes. Pudo determinar, por ejemplo, que “Please Please Me” precedió a “Beatles for Sale”, publicado en diciembre de 1964, y que “Help!”, lanzado ocho meses después, fue posterior a ambos. Igualmente, agrupó correctamente a los álbumes “psicodélicos” hacia el final, seguidos de “Let It Be” y “Abbey Road”, en ese orden. Esto último es incorrecto pues el último álbum de los Beatles no fue “Abbey Road” sino “Let It Be”. Al respecto, Geroge y Shamir hacen notar que, no obstante su fecha de lanzamiento, algunas canciones de “Let It Be” fueron grabadas con anterioridad a la publicación de “Abbey Road”.

El análisis produjo también un árbol filogénetico –similar a los que describen la evolución de los seres vivos– que muestra la evolución de la música de los Beatles e indica la distancia musical entre dos álbumes sucesivos. En este respecto, el programa de cómputo encuentra que se produjo un gran salto entre los álbumes “Beatles for Sale” y “Help!”, cuya publicación estuvo espaciada por ocho meses.

Los Beatles son un caso particular de marcada evolución musical en un corto periodo de tiempo y no se necesita ser un experto musical para apreciar la gran distancia que hay entre su música de los primeros tiempos y aquella de los años finales. Es, no obstante, sorprendente que un programa autónomo de cómputo sea capaz de distinguir álbumes que fueron producidos, en algunos casos, con sólo meses de diferencia. Y, por supuesto, es doblemente sorprendente que un grupo musical pueda ser capaz de evolucionar de manera tan radical y en tan corto tiempo.

Por otro lado, es una lástima que la misma prisa que se dieron los Beatles para evolucionar musicalmente la hayan tenido cuando decidieron terminar su vida como grupo, la cual se extendió por escasamente una década.

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