Hogar, dulce hogar

Arqueología genética



El pasado martes autoridades sanitarias de los Estados Unidos dieron a conocer el primer caso de infección por el virus del Ébola diagnosticado en los Estados Unidos. El diagnóstico correspondió a un hombre que había volado días antes de Liberia a Dallas, Texas

Como sabemos, existe actualmente un brote epidémico de Ébola en varios países de África Occidental, incluidos Liberia, Guinea y Sierra Leona, que ha resultado en más de 3,000 muertes. Se sabe que el virus de Ébola tuvo su origen en África y que es trasmitido de animales a humanos. Los primeros brotes detectados de Ébola ocurrieron en 1976 en Zaire (ahora República Democrática del Congo) y Sudán, y desde entonces se han dado con cierta regularidad.

La infección por el virus del Ébola tiene frecuentemente un desenlace fatal. Según la Organización Mundial de la Salud, en pasados brotes de Ébola murieron en promedio la mitad de los pacientes. Afortunadamente, el virus de esta enfermedad no es especialmente contagioso y para su transmisión se requiere de un contacto de persona a persona.

Si el virus del Ébola pudiera llegar a transmitirse a través del aíre –como el virus de la gripe– sería ciertamente mucho más peligroso. No obstante, los expertos consideran que es improbable que este virus pueda mutar al grado de que se capaz de reproducirse en grandes cantidades en las vías respiratorias y posibilitar así su propagación a través del aire. No se espera, entonces, que el presente brote de Ébola se convierta en una pandemia que mate a millones de personas, como si lo fue la epidemia de gripe española que en el año 1918 provocó entre 50 y 100 millones de muertes.

Y como también lo es la actual epidemia de SIDA/VIH, que surgió a la luz pública en la década de los años ochenta del siglo pasado y que ha afectado a 75 millones de personas en todo el mundo, habiendo muerto la mitad de ellas. Al igual que el virus de Ébola, el VIH se originó en África, y es precisamente en ese continente en donde vive alrededor del 70% del total de personas infectadas con este virus. En algunos países del sur de África la epidemia ha alcanzado proporciones dramáticas, como Botsuana y Zimbabue en donde el número de infectados con VIH supera el 25% del total de la población.

Si bien el primer caso de SIDA diagnosticado como tal ocurrió en 1980, hace poco más de tres décadas, el inicio del proceso que llevó a la actual pandemia se remonta a un pasado más distante. ¿Qué tan distante? Según un grupo internacional de investigadores encabezados por Oliver Pybus de la Universidad de Oxford en el Reino Unido y Philippe Lemey de la Universidad de Lovaina en Bélgica, la epidemia se inició hace unos noventa años en el África Central.

Las conclusiones anteriores están basadas en un estudio genético –publicado esta semana en la revista “Science” – de muestras de VIH procedentes de diferentes tiempos y lugares en la República Democrática del Congo (RDC) y en países vecinos en el centro del continente africano. Como parte de su estudio los investigadores siguieron las mutaciones del virus a lo largo del tiempo y, yendo hacia atrás, determinaron su origen en tiempo y lugar, que resultaron ser la década de los años veinte del siglo pasado y la actual ciudad de Kinshasa, capital de la RDC.

Un punto de interés para los epidemiólogos es determinar la causa o causas específicas que provocaron el inicio de la epidemia de SIDA/VIH, precisamente en la ciudad de Kinshasa. En la década de los veintes, la RDC era una colonia belga. De acuerdo con Pybus, Lemey y colaboradores, un factor que contribuyó a disparar la epidemia fue el ferrocarril colonial que conectaba los principales centros urbanos del país con otras regiones de África y que permitió el desplazamiento de personas infectadas y consecuentemente la dispersión del virus. Consideran también que las condiciones de salud que imperaban en Kinshasa en la década de los años sesenta, así como el cambio en el comportamiento sexual de sus habitantes después de que el país alcanzó su independencia de Bélgica, pudieron igualmente haber influido en la propagación del VIH.

Determinar las causas y condiciones que provocaron la epidemia de SIDA/VIH que padece el mundo –y que, sobre todo, padece el continente africano– es de interés fundamental para prevenir futuras epidemias. Las comunicaciones son obviamente un factor esencial para la dispersión de una infección a nivel global. Así, el enfermo de Ébola que viajó de Liberia a los Estados Unidos no podría haberlo hecho hace un siglo cuando el viaje por barco entre continentes tomaba una semana –se hubiera muerto en el intento, pues el Ébola es una enfermedad de rápida evolución, aunque probablemente antes de hacerlo hubiera infectado a otros pasajeros.

Al margen de esto último, lo que no deja de sorprender es que Pybus, Lemey y colaboradores hayan logrado averiguar el lugar y el tiempo en que empezó la epidemia de SIDA/VIH, practicando una especie de arqueología genética.

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