El primer laboratorio científico de la historia

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Después del arribo de la sonda “New Horizons” a las inmediaciones de Plutón el último 14 de julio, la semana pasada nos enteramos por la prensa de dos novedades más relativas al espacio profundo. Por un lado, la NASA anunció el descubrimiento del planeta más parecido al nuestro del que tengamos noticia. Dicho planeta, que ha sido denominado Kepler-452b, se encuentra a una distancia de 1,400 años luz de la Tierra. Tiene un diámetro que es cerca de una y media veces el diámetro de nuestro planeta y orbita, con un periodo de 385 días, a una estrella similar al Sol. Además, según la NASA, existe una buena posibilidad de que por su tamaño el Kepler-452b sea un planeta rocoso. El descubrimiento fue publicado la pasada semana en la revista “Astronomical Journal” por un equipo de investigadores encabezado por Jon Jenkins del NASA Ames Research Center.

El planeta Kepler-452b recibe aproximadamente la misma cantidad de radiación solar que la Tierra, lo que lo coloca dentro de la “zona de habitabilidad” de su estrella. De acuerdo con Jenkins y colaboradores, esta zona se define como la región alrededor de una estrella en donde el agua, en un espacio abierto, puede existir en forma líquida en la superficie del planeta. A una distancia más allá de la zona de habitabilidad, alejándose de la estrella, la radiación solar se reduce y el agua se congela; dejando dicha zona en la otra dirección –hacia la estrella– el aumento de radiación solar hace que el agua se vaporice.

Dado que el agua líquida es esencial para sostener la vida tal como la conocemos, sólo en planetas dentro de la zona de habitabilidad de sus respectivas estrellas podríamos esperar que exista –o haya existido en algún tiempo remoto– vida con un cierto grado de complejidad. En el caso del planeta Kepler-452b, ha habido suficiente tiempo para que esto sucediera, pues Jenkins y colaboradores calculan que dicho planeta y su estrella se formaron hace unos 6,000 millones de años; es decir, unos 1,500 millones de años antes que nuestro sistema solar.

La semana pasada nos trajo también la noticia que el magnate ruso Yuri Milner –quien hizo su fortuna con negocios de internet–, lanzó la iniciativa “Breakthrough Listen” que destinará 100 millones de dólares en diez años a la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra. El anuncio fue hecho en una conferencia de prensa en la Royal Society en Londres. La iniciativa fue apoyada por diversas personalidades científicas, incluyendo al bien conocido físico Stephen Hawkins.

De acuerdo con el sitio de internet de “Breakthrough Listen”, los radiotelescopios de Green Bank, Virginia y Parkes Observatory en Australia, buscarán señales de radio que denoten vida inteligente en un millón de estrellas de la Vía Láctea y en 100 galaxias cercanas. De manera adicional, el telescopio óptico del Lick Observatory, en San José, California, hará una búsqueda de posibles mensajes transmitidos a través de un rayo láser.

Por más de cincuenta años se han llevado a cabo esfuerzos sistemáticos para detectar señales de radio que revelen la existencia de vida extraterrestres, con resultados negativos hasta el presente. De acuerdo con sus impulsores, la iniciativa “Breakthrough Listen” constituye el esfuerzo más grande jamás realizado para encontrar inteligencia extraterrestre y superará con mucho a lo hecho hasta ahora. Así, la iniciativa contempla escudriñar una región del cielo 10 veces mayor, con una velocidad 100 veces más grande.

En cuanto a la sensibilidad de los instrumentos a emplear, de acuerdo al sitio electrónico de “Breakthrough Listen”, si una civilización en alguna de las 1,000 estrellas más cercanas emite un mensaje con una potencia equivalente a la que emplea el radar de un avión común y corriente, dicho mensaje podrá ser detectado por los radiotelescopios del proyecto. De la misma manera, podrá ser detectado un hipotético mensaje trasmitido desde una estrella cercana empleando un rayo láser de apenas 100 watts –la potencia de uno de los focos incandescentes recientemente descontinuados.

Se espera que el proyecto arroje un torrente de datos e inunde a la pequeña comunidad de científicos actualmente ocupados en la búsqueda de inteligencia fuera de nuestro planeta; comunidad que recibirá en un solo día tanta información para analizar como la que recibía en un año en sus primeros tiempos.

¿Tendrá éxito el proyecto “Breakthrough Listen” con sus 100 millones de dólares de apoyo? No hay manera de anticiparlo pues, para empezar, no sabemos si existen los extraterrestres. El mismo Milner asume que es probable que terminen el proyecto con las manos vacías. Hawkings, sin embargo, afirma que en un universo infinito debe haber vida aparte de la nuestra y que debemos darnos a la tarea de buscarla.

Que existen en el Universo mundos similares al nuestro que podrían haber originado vida inteligente es algo que es apoyado por hallazgos como el del planeta Kepler-452b. Sólo el futuro, sin embargo, mediante la detección de un mensaje interestelar, nos lo podría confirmar con seguridad.

Por otro lado, de un modo u otro, el proyecto “Breakthrough Listen” tendrá un impacto, si no interestelar, sí cuando menos a nivel de este mundo, pues la compra de tiempo de los radiotelescopios de Green Banks y Parkes para propósitos del proyecto los podrá salvar de un posible cierre por falta de fondos para su operación.

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