Visionarios

En septiembre de 2014, un equipo compuesto por organizaciones públicas y privadas de Canadá, descubrió en el fondo del estrecho Victoria, en el ártico canadiense, los restos del navío HMS Erebus hundido en 1847. Este navío, juntamente con el HMS Terror, formaba parte de una expedición británica de exploración del ártico encabezada por Sir John Franklin. Dicha expedición, que partió de Inglaterra el 19 de mayo de 1845 con una tripulación de 24 oficiales y 110 marineros, tenía como propósito descubrir una ruta navegable entre los océanos Atlántico y Pacífico a través del ártico canadiense.

Lejos de cumplir su objetivo, sin embargo, la expedición de Franklin tuvo un final trágico. El Erebus y el Terror fueron avistados por última vez por balleneros hacia finales de 1845 en la bahía de Baffin. Ambos navíos habrían quedado atrapados en el hielo en septiembre de 1846 obligando a la tripulación a invernar por dos años consecutivos en el ártico, muriendo algunos, incluyendo a Franklin. Al final, los sobrevivientes intentaron llegar caminando hasta un lugar habitado,falleciendo todos en la empresa.

La búsqueda de una ruta entre el Atlántico norte y el Pacífico, conocida como el Paso del Noroeste, había sido una obsesión para los británicos por varios siglos. De haber existido dicha ruta, habría acortado considerablemente el trayecto marítimo entre Europa y el lejano oriente. No existía, sin embargo,por los hielos árticos que cerraban el paso a los navíos de la época.

En la actualidad, la extensión de los hielos árticos está disminuyendo por efecto del cambio climático y esto ha abierto a la navegación el Paso del Noroeste durante el verano. De continuar con el ritmo actual de calentamiento del planeta, los expertos pronostican que en un futuro no lejano el Paso del Noroeste podría ser navegable todo el año.

Y no parece que dicho ritmo vaya a disminuir;de hecho, en los últimos meses hemos visto incrementos récord de temperatura. Así, segúnla agencia Meteorológica de Japón, la temperatura promedio del pasado mes de marzo superó en 1.07 grados centígrados a la temperatura promedio del Siglo XX. Y para el pasado mes de febrero, la cifra correspondiente fue de 1.04 grados centígrados. En ambos casos, las temperaturas medias son las mayores desde 1891, cuando se iniciaron los registros climáticos.

Los datos que proporciona la NASA confirman que los meses de febrero y marzo pasados fueron particularmente cálidos. Según esta agencia, las temperaturas de febrero y marzo pasados fueron 1.71 y 1.65 grados centígrados superiores a la media del periodo 1951-1980.

En términos anuales, el año 2014tuvo una temperatura media 0.57 grados centígrados superior al promedio correspondiente al periodo 1961-1990, lo que lo convirtió en el año más cálido desde 1850 cuando se iniciaron los registros climáticos. El año 2015 a su vez superó a 2014 en este respecto, registrando una anomalía de temperatura de 0.75 grados centígrados por arriba del promedio del periodo referido. Además de lo anterior, los expertos esperan que 2016 supere a su vez a 2016 como el año más cálido desde 1850. De cumplirse la predicción de los climatólogos, por tercer año consecutivo se incrementará la temperatura del planeta.

Si bien los expertos hacen notar que los incrementos de temperatura observados en los últimos años son parcialmente debidos al fenómeno de El Niño –que tiene una influencia cíclica sobre el clima– su principal causa es el cambio climático debido a la emisión de gases de invernadero a la atmósfera y que aun sin el fenómeno de El Niño se hubieran producido aumentos récord de temperatura.En apoyo a esta opinión, según datos de la NASA 15 de los últimos 16 años más cálidos desde que se tienen registros ocurrieron desde 2001.

En cuanto al recubrimiento de hielo en el ártico, éste ha sido el más bajo observado desde que se tienen registros en 1969.Por todo lo anterior es previsible que la extensión de los hielos árticos disminuya de manera paulatina. De hecho, los especialistas contemplan que a mediano plazo el Pasaje del Noroeste sea navegable todo el año.

Cuando esto suceda,curiosamente se habrán cumplido las expectativas –a costa de la salud del planeta– de aquellos que hace cientos de años y sin mayor base objetiva creían firmemente en la existencia de un paso entre Europa y Asia por el Atlántico norte. Y si bien para algunos la búsqueda de este paso no resultó una empresa afortunada, cuando menos tendrán el consuelo depensarse visionarios adelantados a su tiempo.