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Antes de la invención de la fotografía el retrato artístico de una persona podía ser alterado por deseos y factores subjetivos, ya sea por parte del artista o de la persona retratada. En contraste, una máquina fotográfica es por necesidad objetiva y refleja la naturaleza tal cual es –a menos que la fotografíasufra retoques que, como sabemos, son ahora muy fáciles de realizar.
Sirva lo anterior como introducción al tema que hoy queremos tratar:los dinosaurios y el aspecto que éstos tenían en vida. Dado que las bestias que típicamenteidentificamos como dinosaurios se extinguieron hace unos 65 millones de años, no tenemos fotografías de los mismos ni tampoco retratos artísticosde modelos en vivo–así fueran con alteraciones subjetivas–. Sí, en cambio, tenemos numerosas recreaciones artísticas de estos animalesbasadas en los datos científicos disponibles al momento, si bien hechas con más o menos libertades artísticas.
Dado de que sólo disponemos de restos fósiles de dinosaurios, determinar a partir de los mismos cuál era su aspecto en vida no es una tarea fácil. No obstante, los científicos poco a poco se las han arreglado para desentrañarsus secretos, en particular su aspecto y estilo de vida.Si bien,como algo inherente almétodo científico, la imagenque tenemos de los dinosaurios ha ido cambiando en la medida en la que se han descubierto nuevos fósiles y desarrollado maneras más sofisticadas para estudiarlos.
Uno de los dinosaurios más famososes el tiranosaurio rex, que de acuerdo con sus restos fósiles medía más de diez metros de largo, tenía un peso entre 5 y 10 toneladas, enormes mandíbulas con dientes de hasta 30 centímetros de largo hasta la raíz, y hábitos carnívoros.
Más allá de las dimensiones de los tiranosaurios, sin embargo, hay incertidumbre sobre el aspecto que habrían tenido en vida. ¿Tenían, por ejemplo,la piel oscura, escamosa y dura tal como ocurre en la película “Parque jurásico”? Hoy en día los científicos no están seguros y algunos consideran que podrían incluso haber estado cubiertos con plumas, al menos en ciertas partes del cuerpo.
Por lo demás, al margen de la incertidumbre sobre si los T. Rex tenían plumas o no, hay evidencias científicas sólidas de que otros dinosaurios sí las tenían. Se sabe, por ejemplo, que el velociraptor –una de las estrellas de Parque jurásico– estaba cubierto de plumas, lo que le dabaun aspecto muy diferente al de la bestia imaginada por Hollywood –además de que tenía un tamaño considerablemente más pequeño.
Un artículo publicado la semana pasada en la revista “CurrentBiology” por un grupo internacional de investigadores encabezado por Jakob Vinther de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, nos muestra a que grado de sofisticación ha llegado el estudio de los restos fósiles de dinosaurios. En dicho artículo, Vinther y colaboradores llevaron a cabo una investigación con restos de un dinosauriodel tamaño de una gacela y con una cabeza que recuerda a la de unacotorra, el cual vivió en el noreste de China hace más de 100 millones de años.
Los investigadores estudiaron lo que suponen son los restos fosilizados de los pigmentos que daban color a la piel del dinosaurio. De manera específica, estaban interesados en determinar la distribución de dichos pigmentos sobre el cuerpo del dinosaurio con el objeto de determinar cuál era su hábitat.
Con respecto a esto último, se sabe que los animales que viven en espacios abiertos tienen el lomo más oscuro que el vientre y esto los ayuda a ocultarse de sus depredadores. En efecto, la luz solar hace que los objetos se vean mas brillantes en la parte superior que en la inferior y esto da una impresión de volumen. El tener un animal una mayor coloración en el lomo que en el vientre le ayuda a que se pierda el contraste de brillantez y con esto la impresión de volumen,haciendo más difícil distinguir su presencia.
Como resultado de sus investigaciones, Vinther y colaboradores encontraron que el paso de la parte oscura a la parte clara del dinosaurio estudiado no era tan abrupto como sucede en los animales que habitan en espacios abiertos. De aquí concluyeron que dicho dinosauriohabitaba enespacios cerrados rodeados de vegetación, en donde no recibía luz solar en forma directa sino de manera dispersa.
Dado que las máquinas fotográficas no se inventaron sino hasta unos 65 millones de años después de que se extinguieran los dinosaurios, no es posible ciertamente contar con imágenes fidedignas de los mismos. En estas condiciones, para averiguar como habrían lucido en vida tenemos que recurrir a métodos indirectos. Específicamente, al estudio científico de sus restos fósiles. Y esto, por necesidad, es proceso lento que sin duda producirá errores que, sin embargo, serán corregidos con el tiempo.
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