Hogar, dulce hogar

Desafío para el futuro inmediato



Según una historia divulgada por los medios de comunicación en días pasados, Wang Fuman, un niño de ocho años de edad que vive en un área rural de la provincia de Yunnan en el sur de China –cerca de la frontera con Vietnam–, tiene que caminar diariamente 4.5 kilómetros para asistir a la escuela. Esto en si no habría sido motivo de mayores comentarios de no ser porque una fotografía divulgada como parte de la historia muestra al niño al llegar a la escuela con el pelo congelado y las mejillas enrojecidas por el frío. Esto, por haber tenido que caminar por una hora y media en una mañana fría con temperaturas por debajo de los cero grados centígrados.

La fotografía de Wang Fuman congelado, que se hizo viral, fue tomada por su profesor, quién la circuló por una red social en China y la hizo llegar a un medio de comunicación de ese país, el cual a su vez la difundió a nivel mundial. Como consecuencia afortunada, a Wang Fuman le fue regalada ropa de invierno, incluyendo unos guantes habida cuenta que en la difusión de su historia se incluyó también una fotografía de sus manos con la piel agrietada y con lesiones por el frío sufrido.

Por otro lado, si bien el ejercicio físico puede tener su lado positivo –aunque el que tiene que realizar diariamente Wang Fuman es, ciertamente, poco saludable, sobre todo con temperaturas por abajo del punto de congelación del agua– la vida en comunidades físicamente aisladas no es algo deseable. De hecho, existe una cierta relación entre el nivel de desarrollo y el aislamiento de una comunidad.

Una cuantificación del aislamiento de las diferentes comunidades en el mundo nos la da un artículo aparecido esta semana en la revista “Nature”, publicado por un grupo internacional de investigadores encabezados Daniel Weiss de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. En dicho artículo, Weiss y colaboradores presentan, entre otros datos, un mapa global en el que se muestran con diferentes colores los tiempos de traslado desde cualquier punto en el mundo a la ciudad más cercana con una población de al menos 50,000 habitantes. Dicho mapa tiene una resolución de un kilómetro y fue realizado con datos de Google y del proyecto “Open Street Map”, alojado en computadoras de la universidades University College London e Imperial College London.

Como pudiera haberse esperado, el mapa muestra que los tiempos de traslado se miden en minutos alrededor de los grandes centros urbanos de Europa, China, Japón y los Estados Unidos. En contraste, en algunos países en desarrollo, notablemente de África al sur del Sahara, estos tiempos de traslado tienden a ser considerablemente más grandes. Un tiempo de traslado corto, sin embargo, no indica un alto grado de desarrollo. Así, los tiempos de traslado en la India, que cuenta con una gran densidad de centros urbanos, son cortos, mientras que en el norte de Noruega y Suecia, que tiene poca densidad de población, son considerablemente más largos.

En términos globales, sin embargo, si existe una relación entre conectividad con los centros urbanos y grado de desarrollo. En efecto, Weiss y colaboradores encuentran que si bien un 80% de la población de mundo vive a menos de una hora de un centro urbano, la distribución a lo largo del mundo no es uniforme. Así, mientras que el 90% de los habitantes de los países ricos viven a menos de una hora de un centro urbano, en algunos países de bajos ingresos, aquellos concentrados en la región al sur de Sahara, dicha cifra es de apenas un 50%.

Dado que las ciudades son el asiento de servicios tales como la educación y la salud que son básicos para el bienestar de la población, una mayor conectividad de las áreas no urbanas con las ciudades sería esencial para incrementar este bienestar. En concordancia con esto, empleando datos de encuestas sobre demografía y salud financiadas por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Weiss y colaboradores encuentran una correlación clara entre el tiempo de traslado a la ciudad y el nivel de ingresos, el nivel de educación alcanzado y el uso de los servicios de salud.

Weiss y colaboradores hacen notar que las áreas de mayor accesibilidad incluyen aquellas con abundante infraestructura de transporte y/o con muchas ciudades dispersas, y de esto sugieren como estrategia que se debe mejorar la infraestructura de transporte y promover un desarrollo urbano poli céntrico.

De acuerdo con el INEGI, el 22% de la población del país vivía en comunidades rurales. En estas condiciones México tendría, de acuerdo a la sugerencia de Weiss y colaboradores, que construir infraestructura urbana y de transporte para atender las necesidades para cuando menos 20 millones de personas. Dadas las condiciones de México y China, sin embargo, es muy probable que Wang Fuman resuelva sus problemas de transporte antes de que hagan lo propio nuestros compatriotas.

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