Hogar, dulce hogar

Una mancha más del tigre



En medio del Océano Pacífico, entre Hawái y California, se encuentra la llamada isla de basura, que tiene una extensión territorial casi igual a la de nuestro país. Por supuesto, si buscamos en el mapa una isla de este tamaño entre Hawái y California no la encontraremos, dado que no existe. Lo que sí existe es una extensión de 1.6 millones de kilómetros cuadrados de basura en flotación, mayormente materiales de plástico. 

La isla de basura, o gran mancha de basura del pacífico como también se le conoce, es el resultado de la acumulación de materiales de desecho que son arrastrados por el giro del pacífico –una corriente marina en forma de remolino provocada por la rotación de la Tierra–. Fue descubierta en 1997 y no es, por lo demás, un caso único, ya que en otras partes del Océano Pacífico, y en otros océanos también, se generan áreas de acumulación de basura.

¿De dónde proviene el plástico acumulado en la gran mancha del pacífico? Dada la gran cantidad de materiales plásticos que usamos y rápidamente desechamos todos los días, podríamos pensar que la isla de basura está formada, fundamentalmente, por las botellas, vasos, bolsas, empaques, etc. de plástico que una vez desechados alcanzan las costas del pacífico, y de ahí son transportados por las corrientes marinas hasta el punto de acumulación. Esto no es necesariamente cierto, sin embargo, de acuerdo a un estudio de la organización Clean up Foundation, publicado esta semana en la revista Scientific Reports por un grupo internacional de investigadores, encabezado Laurent Lebreton de dicha organización.

Clean up Foundation es una organización no lucrativa que ha recibido fondos para llevar a cabo un proyecto que busca limpiar de basura la gran mancha del pacífico. Con el objeto de cuantificar la cantidad y los tamaños de la basura en flotación en esta zona, Lebreton y colaboradores llevaron a cabo durante los meses de julio y septiembre de 2015 una extensa operación de recolección de basura empleando redes de diferente tamaño. Para complementar esta operación, en octubre de 2016 llevaron a cabo dos vuelos para la toma de imágenes aéreas de la isla de basura.

De estas dos campañas de recolección de datos, Lebreton y colaboradores pudieron cuantificar el tamaño del problema. Así, calculan que dentro de área de 1.6 millones de kilómetros cuadrados que comprende la gran mancha de pacífico, se encuentran flotando unas 80,000 toneladas de basura de plástico de todos tamaños, desde pequeñas partículas de unos pocos milímetros –micro-plásticos, de los cuales calculan hay unos dos billones flotando–, hasta objetos mayores que 50 centímetros. Naturalmente, los micro-plásticos, que resultan de la desintegración de los objetos originales, superan ampliamente en número a la cantidad objetos flotando, todavía en etapa de fragmentación. En cuanto al peso de unos y otros la situación se invierte, y los micro-plásticos representan apenas el 8% de peso del total de basura flotante.

Además, Lebreton y colaboradores encuentran que, de manera inesperada, al menos la mitad de los objetos de basura recogidos en la campaña tienen un origen marino y no terrestre. En particular, las redes para pescar representan un 46% del peso total de la basura recolectada.

En algunos casos, cuando no había avanzado aún su proceso de desintegración, Lebreton y colaboradores pudieron averiguar la procedencia de un objeto. Así, de entre aquellos recolectados a lo que se les pudo identificar una leyenda escrita, en el 30% de casos el idioma de la leyenda fue el japonés, seguido cercanamente por el chino con un 29.8%. Se esperaría que el tsunami de Tohoku que asoló a la costa norte de Japón en 2011 fuera responsable del gran número de objetos de origen japonés que se encontró en la isla de basura. De hecho, Lebreton y colaboradores estiman que de un 10% a un 20% del peso total de la basura flotante tuvo su origen en dicho tsunami. Por otro lado, que el 30% de los objetos rescatados fuera hecho en China no resulta, por supuesto, sorprendente.

En algunos casos lo investigadores pudieron determinar también el año de fabricación de los objetos recogidos. Así, de 50 objetos con dicha fecha identificable, 1 objeto fue fabricado en 1977, 7 en la década de los ochenta, 17 en los noventa, 24 entre 2000 y 2009 y uno en 2010.

De acuerdo con los resultados de Lebreton y colaboradores, la mitad de la basura que recolectaron tiene un origen marino, lo cual no esperaban dada la cantidad de desechos de plástico de origen terrestre que es arrojado al mar. Concluyen así que la mayor parte de esta basura no flota o bien que existen mecanismos que la fragmentan en partículas tan pequeñas que no pudieron ser detectadas en el estudio.

Aun en estas circunstancias, Lebreton y colaboradores encuentran que las 80,000 toneladas de basura de plástico que calculan flota en la gran mancha del pacífico es de 4 a 16 veces más grande que lo que previamente se había estimado, lo que sería una indicación que la contaminación del planeta por plásticos está creciendo rápidamente. Y esto pasa en cierta inadvertido, en medio de las múltiples contaminaciones a las hemos sometido al planeta. Pues ¿que le hace una mancha mas al tigre?

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