El primer laboratorio científico de la historia

Receta para aprender matemáticas



De acuerdo con Jo Boaler, profesora en enseñanza de las matemáticas en Stanford University en el estado de California, existe un mito en los Estados Unidos según el cual los estudiantes están divididos en dos grupos: aquellos que están dotados para estudiar matemáticas y aquellos que no lo están. De este modo, continua Boaler, cuando un estudiante de la escuela secundaria experimenta alguna dificultad con su asignatura de matemáticas concluye que pertenece al segundo grupo y se desinteresa por la materia.

Según Boaler, este mito, aunado a la concepción de las matemáticas como un conjunto de fórmulas y procedimientos que hay que memorizar –en lugar de un tópico lleno de ideas, conceptos y creatividad–, ha impedido que la enseñanza de las matemáticas en las escuelas secundarias de los Estados Unidos ocupe un nivel destacado a nivel mundial. En las pruebas PISA de matemáticas en 2015, por ejemplo, los estudiantes de los Estados Unidos ocuparon el lugar 38 entre 68 países.

En México la situación no es mejor –de hecho es peor, si hemos de atender al lugar 54 que ocupa nuestro país en las pruebas PISA de matemáticas– y bien sabemos que hay estudiantes que desisten de aprender matemáticas al toparse con alguna dificultad. Es también común que las matemáticas se enseñen como un tema a memorizar, que fácilmente se convierte en algo tedioso y aparentemente sin sentido.

No obstante, según afirma Boaler, la división de la población del mundo entre matemáticos y no matemáticos es artificial, pues la capacidad para aprender matemáticas es en realidad algo común dada la plasticidad del cerebro. De este modo, el aprendizaje de las matemáticas se facilitaría con un cambio en la manera como muchos estudiantes conciben su propia capacidad para abordar el tema.

Con respecto a esto, un artículo publicado el pasado 25 de abril en la revista Frontiers in Education por un grupo de investigadores encabezado por Jo Boaler, describe los resultados de una investigación llevada a cabo para, precisamente, averiguar en que medida la actitud del estudiante ante las matemáticas incide en su aprendizaje.

De manera específica, Boaler y colaboradores se propusieron determinar el impacto que tiene sobre los estudiantes de matemáticas de la escuela secundaria un curso en línea desarrollado por Boaler y algunos de sus estudiantes en Stanford University. Dicho curso enfatiza, entre otras, ideas tales como que el cerebro tiene una gran plasticidad y que todos pueden aprender matemáticas en un alto nivel. Se enfatiza igualmente en que las matemáticas son una materia de gran creatividad y belleza y que están en todos lados a nuestro alrededor.

El estudio se llevó a cabo con 1,090 estudiantes de 10 escuelas secundarias de California. Del total de estudiantes, 439 tomaron el curso en línea mientras que el resto no lo hizo. Los maestros participantes tuvieron en su grupo tanto a participantes que tomaron el curso como a otros que no lo hicieron. De esta manera, los investigadores pudieron contrastar el efecto que dicho curso tuvo en el aprovechamiento de los estudiantes.

Como resultado de su estudio, Boaler y colaboradores encontraron un mejor desempeño en los exámenes de matemáticas de los estudiantes que tomaron el curso en línea. De manera específica, el estudiante promedio que tomó dicho curso tuvo una calificación más alta que el 63% de los estudiantes que no lo tomaron.

Con el objeto de encontrar una explicación al mejor desempeño de los estudiantes, Boaler y colaboradores midieron su involucramiento con las matemáticas en base a su participación en discusiones en clase, lo mismo que en su disposición a trabajar tan duro como les fuera posible y a no rendirse ante la aparición de dificultades. En todos los rubros evaluados, los estudiantes que tomaron el curso en línea superaron a los que no lo hicieron.

De manera adicional, Boaler y colaboradores se interesaron en investigar el cambio de actitud de los estudiantes hacia las matemáticas después de tomar el curso en línea. Para este propósito, entrevistaron a 156 estudiantes antes y después de llevar a cabo la investigación y encontraron que dicho curso tuvo un efecto positivo en la confianza de los estudiantes en sí mismos para aprender matemáticas, así como en su percepción de las matemáticas como un tópico interesante y creativo.

Así, según la tesis de Boaler y colaboradores, el cerebro tiene una plasticidad tal que todos tenemos la capacidad de aprender matemáticas a un nivel elevado. La creencia extendida según la cual hay personas que nacen con un cerebro no apto para las matemáticas no es entonces sino un mito que debe ser desechado. Igualmente, la concepción de las matemáticas como un tema aburrido, con numerosas fórmulas y procedimientos que hay que memorizar, debe ser superada. Sin estos obstáculos, las matemáticas presumiblemente se presentarían al común de la gente como un tema, ciertamente difícil, pero interesante, creativo y de gran utilidad, y sobre todo alcanzable.

Para llegar a este punto en nuestro país, sin embargo, el camino se presenta azaroso dado que habría primeramente que entrenar a los maestros en las nuevas técnicas de aprendizaje de las matemáticas. Y esto no pareciera ser una tarea libre de obstáculos.

Comentarios