El primer laboratorio científico de la historia

El color de Santa Claus



Sorprende enterarse que el color del traje de Santa Claus, que hoy no dudaríamos en afirmar es rojo brillante, en algún momento fue verde o de un bronceado pálido, entre otros colores. ¿En qué momento ocurrió la transición de color? Se ha dicho que la imagen que hoy tenemos de Santa Claus, como un personaje con un gran vientre y barba blanca, vestido con un traje y gorra de dormir en colores rojo y blanco, es debida a Haddon Sundblom, quien en el año 1931 fue contratado por la compañía Coca Cola para que desarrollara imágenes publicitarias basadas en Santa Claus. De acuerdo con esta versión, los colores del traje de Santa Claus corresponderían a los de la imagen corporativa de la Coca Cola.

Es claro, sin embargo, si bien la campaña publicitaria de la Coca Cola ayudó a establecer la imagen que hoy en día tenemos de Santa Claus, ésta es en realidad anterior a dicha campaña. Así, por ejemplo, la portada del número de diciembre de 1902 de revista “Puck” muestra a un Santa Claus que coincide prácticamente con la imagen actual del personaje, incluyendo el color rojo del traje, el gorro de dormir y la barba blanca.

Al mismo tiempo y en contraste, la portada de la novela “Vida y Aventuras de Santa Claus”, publicado en 1902 por Lyman Frank Baum –el autor de “El maravilloso Mago de Oz” –, muestra a un Santa Claus con traje y gorro verdes, a punto de bajar por la chimenea de una casa con una bolsa de regalos al hombro. De la misma manera, el ilustrador Thomas Nast, publicó en la revista “Harper´s Weakly” en las segunda mitad del siglo XIX imágenes de Santa Claus vestido con trajes de color rojo pálido o bronceado. Podríamos así concluir que Santa Claus no siempre viste de rojo intenso –por mas que Coca Cola nos haya convencido de que así es.

Esto, ciertamente, no es lo que hubiéramos esperado de un personaje entregado a los niños y que por lo mismo buscaría crearse una imagen que lo identifique a primera vista. Así, cabe preguntarse por los motivos que tendría Santa Claus para cambiar de apariencia, vistiendo algunas veces de rojo intenso y otras de rojo pálido o incluso de color verde. A menos que los aparentes cambios en el traje de Santa Claus fueran meras ilusiones visuales, en cuyo caso la pregunta apropiada giraría en torno a las causas de dichas ilusiones.

Para buscar una respuesta hicimos una investigación en Internet, encontrando una cantidad sorprendente de entradas en las que se analiza la física de Santa Claus. En una de ellas hay una posible respuesta a la pregunta que nos interesa. La información se encuentra alojada en el sitio EurekaAlert mantenido por la “American Association for the Advancement of Science” para la difusión de noticias científicas y fue publicada por Kathy Sheen de la Universidad de Exeter en el Reino Unido.

De acuerdo con esta investigadora, Santa Claus tiene que repartir regalos a unos 700 millones de niños en el mundo; y lo tiene que hacer en apenas 31 horas, tomando en cuenta los diferentes husos horarios del mundo. Para esto, tendría que viajar a una enorme velocidad. Tan grande que el fenómeno conocido como efecto Doppler tendría una influencia apreciable sobre el color aparente de Santa Claus, sus renos y su trineo. En este respecto, hay que recordar que el color de un objeto es una sensación producida por la luz que se refleja en dicho objeto y que alcanza nuestros ojos.

Para mayor explicación, el efecto Doppler es aquel por medio del cual el sonido de la sirena de una ambulancia que se acerca a gran velocidad suena más agudo que cuando dicha ambulancia está en reposo. Aplicado esto al traje de Santa Claus y de acuerdo con las leyes de la física, un sonido más agudo corresponde al color verde mientras que el rojo lo es al más grave. Así, cuando Santa Claus con su trineo se acerca a gran velocidad el color rojo de su traje aparentará ser verde. Cuando se detenga, en contraste, recobrará su color rojo real. Esto explicaría la discrepancia en los colores atribuidos a dicho traje por diferentes ilustradores.

Lo explicaría, por supuesto, asumiendo que el trineo de Santa Claus pueda acelerar hasta las velocidades requeridas, lo cual no parece ser algo simple de lograr, entre otras muchas cosas por la gran cantidad de energía que se requeriría para tal efecto y que tendrían que proporcionar los renos del trineo.

En estas circunstancias y al margen del efecto Doppler –que tiene una existencia real y un enorme número de aplicaciones, desde la medición de la velocidad de un automóvil hasta la velocidad de la órbita de un exoplaneta–, estaríamos tentados a admitir que una causa más probable para la diversidad de colores de los trajes atribuidos a Santa Claus es la gran imaginación de aquellos que se han dado a la tarea de representarlo en forma gráfica.

De un modo u otro, lo que sí no está a discusión es: 1) el gran éxito que tuvo la campaña publicitaria de la Coca Cola que consiguió eliminar del traje de Santa Claus aquellos colores que no reflejaran los propios y 2) que a los niños, principales beneficiarios del personaje, los tiene sin cuidado la forma cómo Santa Claus adquirió su color.

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