Investigando el pasado

La única arpa construida por Antonio Stradivari data de 1681, y es actualmente parte de la colección del museo del Conservatorio San Pietro a Majella de Nápoles. Se trata de un arpa pequeña, con una caja de sonido de 75 centímetros de longitud y una columna de 93 centímetros que lleva la inscripción: “Ant: Stradivarius Cremonen. F. 1681”. En su parte superior, el arpa está adornada con dos figuras esculpidas de sirenas, una de ellas con un cupido montado a sus espaldas, y con una máscara en la base de la columna.

Si bien dicha arpa como instrumento musical no es particularmente notable, de acuerdo con un artículo aparecido el pasado mes de mayo en la revista “Dendrochronologia”, proporciona evidencia que indica que Antonio Stradivari aprendió la técnica de construcción de instrumentos de cuerda en el taller de Nicolo Amati. El artículo fue publicado por un grupo de investigadores encabezado por Bernabei Mauro, del CNR-IBE National Research Council, en Trento Italia.

Como sabemos, Nicolo Amati fue miembro de una famosa familia -tercera generación- de constructores de violines en los siglos XVI y XVII establecida en la ciudad de Cremona, en el norte de Italia. Amati era unos 40 años mayor que Stradivari, y dado que este último era también originario de Cremona, resulta natural concluir que fue su aprendiz. No hay, sin embargo, pruebas documentales confiables en este sentido y la única evidencia al respecto es la inscripción: “Antonius Stradivarius Cremonensis Alumnus Nicolaij Amati, Faciebat Año 1666”, grabada en uno de los primeros violines fabricados por Stradivari.

¿Fue Stradivari aprendiz de Amati? Con el objeto de responder a esta pregunta, Mauro y colaboradores llevaron a cabo un análisis dendrocronológico del arpa de referencia. En referencia a este tipo de análisis, habría que recordar que el corte transversal de un árbol puede mostrar anillos concéntricos, con colores claros y oscuros alternados, y que en estos anillos está escrita la historia del crecimiento del árbol. Es decir, la variación del color y del grosor de los anillos refleja los cambios climáticos a lo largo del año, de modo que cada par de anillos corresponden a un año en la vida del árbol. Así, la edad de éste puede ser estimada contando el número de anillos de su tronco.

Para llevar a cabo su análisis, Mauro y colaboradores fotografiaron la placa sonora del arpa, hecha de madera de abeto, con una cámara de alta resolución y determinaron su patrón de anillos a lo largo de 150 años. Una primera conclusión a la que llegaron fue que, excepto por una pequeña área en una esquina inferior, la placa fue fabricada a partir de una sola pieza de madera.

Haciendo una búsqueda en una base de datos dendrocronológicos de instrumentos de cuerda, Mauro y colaboradores encontraron que el patrón de anillos del arpa de Stradivari, fabricada en 1681, coincide con el correspondiente patrón de un violonchelo fabricado por Nicolo Amati dos años antes. La conclusión es que ambos instrumentos fueron fabricados a partir de una misma pieza de madera.

A partir de este resultado se presentan dos posibilidades. Una de ellas es que, tanto el arpa como el violonchelo hubieran sido fabricados en el taller de Amati, lo cual implicaría que Stradivari fue efectivamente su aprendiz, como frecuentemente se asume. Cabría, no obstante, una segunda posibilidad: que los dos instrumentos hubieran sido fabricados por Amati y Stradivari de manera independiente a partir de piezas de madera provenientes de un mismo tronco de árbol. En este sentido, dado que tanto Amati como Stradivari vivían en la misma ciudad, no resulta descabellado pensar que compraban sus materiales a un mismo comerciante de madera. Así, con su investigación Mauro y colaboradores aportan datos que apoyan la idea que Stradivari fue aprendiz de Amati. Los resultados, sin embargo, no son conclusivos y se requiere de trabajo adicional para corroborarlo.

¿Qué tan importante es conocer los detalles del entrenamiento de Stradivari en el arte de fabricar violines? Como sabemos, Antonio Stradivari es el constructor de violines más famoso que haya existido y algunos de sus instrumentos pueden alcanzar hoy en día precios de muchos millones de dólares. Sabemos también que los violines Stradivarius guardan secretos de fabricación que no han podido ser descifrados. En estas circunstancias, resulta importante -e interesante- averiguar cómo Antonio Stradivari alcanzó tal nivel de perfección en su arte. Después de todo, los Antonio Stradivari no se dan en maceta.