El primer laboratorio científico de la historia

Mundos helados a ocho años de distancia



Siendo el satélite más grande de Júpiter y del sistema solar -mayor incluso que el planeta Mercurio- Ganímedes tiene presencia en la literatura. Por ejemplo, el cuento corto “Navidad en Ganímedes” del escritor de ciencia ficción Isaac Asimov, se centra en la empresa Productos Ganimedinos, que opera en Ganímedes explotando sus recursos minerales y su mano de obra nativa. Los nativos ganimedinos fueron bautizados “astruces”, porque de alguna manera recuerdan a los avestruces, pero “con el cuello más corto, la cabeza más grande y un plumaje que parece que de un momento a otro vaya a desprenderse de raíz”. También, están provistos de “un par de brazos flacos y huesudos con tres dedos rechonchos”. Los nativos de Ganímedes son medianamente inteligentes y hablan inglés, “pero, cuando uno los oye, preferiría que no lo hicieran”.

Basados en la descripción anterior, tal parecería que los ganimedinos constituyen una mano de obra ideal para explotar. Y, sin embargo, como relata Asimov, la compañía minera tuvo problemas cuando los nativos se enteraron de la existencia de Santa Claus y las visitas que anualmente hace en la Tierra para entregar regalos: se negaron a trabajar a menos que también a ellos los visitara.

Con muchas dificultades, la compañía logró simular una visita de Santa Claus y con esto sus directivos pensaron que habían resuelto el problema, pues, dada la poca inteligencia de los ganimedinos, confiaban que para el siguiente año el recuerdo de Santa Claus se hubiera desvanecido. No habían tomado en cuenta, sin embargo, que en Ganímedes un año dura apenas un poco más que una semana.

Como sabemos Ganímedes es parte del grupo de cuatro satélites galileanos -los otros son Calisto, Io y Europa- que pueden ser observados como puntos luminosos orbitando a Júpiter; como los pudo ver Galileo en 1610 cuando apuntó su telescopio hacia ese planeta. Los satélites galileanos fueron bautizados por el astrónomo alemán Simon Marius, contemporáneo de Galileo, y en este sentido habría que recordar que Ganímedes, Calisto, Io y Europa, fueron amantes de Zeus, el equivalente griego del romano Júpiter.

Tres de los satélites galileanos, Ganímedes, Calisto y Europa, serán estudiados por la misión europea Juice, lanzada hacia Júpiter del pasado 14 de abril desde la Guyana francesa. El viaje será largo, pues no será sino hasta julio de 2031 cuando la misión arribará a la vecindad de Júpiter. La trayectoria que seguirá será compleja e involucrará cuatro órbitas alrededor del Sol, durante las cuales será asistida por las fuerzas de gravitación de la Tierra y de Venus para alcanzar la velocidad que lo impulse hasta Júpiter.

Una vez ahí, la sonda sobrevolará Ganímedes, Calisto y Europa en 12, 21 y 2 ocasiones, respectivamente. Al final de la misión en el año 2035, Juice se insertará en una órbita alrededor de Ganímedes, en lo que constituirá la primera ocasión que una sonda se coloque en órbita alrededor de un satélite natural, aparte de la Luna. Al final de su vida, Juice perderá velocidad y se estrellará contra la superficie de Ganímedes.

Ganímedes, Calisto y Europa resultan interesantes porque hay indicios de que los tres albergan océanos de agua líquida por debajo de su superficie helada. Ganímedes es un objeto de estudio particularmente interesante. De acuerdo con la sociedad Planetaria, este satélite podría albergar un océano de 100 kilómetros de profundidad, enterrado por una capa de hielo de 150 kilómetros de espesor. ¿Podría un océano de agua subterráneo albergar alguna forma de vida? En nuestro planeta sabemos que la vida se puede dar en el fondo del océano alrededor de respiraderos hidrotermales que proporcionan los nutrientes necesarios. ¿Existen respiraderos hidrotermales en el fondo de los océanos subterráneos de los satélites galileanos, alrededor de los cual hubiera prosperado la vida? Según los expertos, si bien la sonda Juice no podrá detectar vida en Ganímedes o Europa, sí nos proporcionará un mayor conocimiento sobre las condiciones de habitabilidad de esos mundos helados.

Por lo demás, si existiera vida en Ganímedes presumiblemente ésta sería primitiva, muy lejos de los astruces imaginados por Asimov, con todo y lo estúpido que pudieran haber sido.

Comentarios

  1. Divertidisima visión de la misión, relacionando Asimov, y el atractivo recordatorio de los notables descubrimi

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    1. Descubrimientos de Galileo, y por otro lado, lo admirable de la capacidad de cálculo para más allá de predecir e instrumentar el trayecto, adorarlo con los detalles fundamentados de la estructura de las capas de hielo, la profundidad de los océanos y las posibilidades de vida,,, sería una base para postular a dónde migrar??

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